Enrique Lacleta ha estado el pasado fin de semana por el barranco de Morana y los prados del Horcajuelo, trayéndonos imágenes de esa bonita zona en la que la primavera comienza florecer. Siguiendo el camino por el que los segadores pasaban hacia Castilla, se alza una formación rocosa, conocida con el nombre de “La Torreta” que asemeja una torre de vigilancia en la Raya.
Ya le llamó la atención a D. Federico
Bordejé, cuando a comienzos del siglo pasado recorrió estos lugares y nos dejó
un bonito dibujo de ella en sus Cuadernos de Campo.
A los prados del Horcajuelo subían los
ganados en verano, en el marco de una trashumancia local y allí había unos
neveros que recogió Guillermo Carranza en el primer volumen de su inventario
del Patrimonio Hidráulico en la cuenca del río Huecha.
Allí también están las más altas
fuentes del Huecha que, en forma de pequeños torrentes, va uniéndose para
engrosar su caudal, al que luego se unirán las aguas que brotan de las cuevas
del Rey, a los pies de Añón.
Entre las fotos que nos ha traído hay
muchas de plantas y flores que no sabemos identificar (las publicaremos más
adelante), pero también otras como las de ese conjunto de mariposas azules, con
puntos negros en sus alas, que se acumulan en torno a una pequeña corriente de
agua y que tampoco sabemos identificar.
Especialmente llamativa es esa gran
concentración de hormigas, posiblemente Crematogaster scutellaris, que
construyen sus colonias en troncos caídos y se caracterizan por su cabeza de
color rojo, en contraste con su cuerpo negro.
Estas hormigas se alimentan con las
orugas de la procesionaria del pino, pero allí no hay pinos, ni está oruga que
fotografió Enrique muy cerca es de esa especie.
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