Llevamos semanas siguiendo los nidos de cigüeñas por las torres y tejados de Borja, pero lo que no podíamos imaginarnos es que en nuestra propia sede también teníamos nidos, aunque en este caso de una especie menos simpática, las palomas.
Se encuentran en los balcones de la Sala de Investigadores que, habitualmente, permanecen cerrados. Pero, ayer, un joven investigador decidió trabajar en ese espacio y, al abrirlos, se encontró con la suciedad acumulada en los balcones y con un nido en cada uno de ellos.
Lo cierto es
que nos sorprendió desagradablemente, especialmente porque la limpieza es competencia
de una empresa ajena a nosotros. Fotografiamos los nidos, para que quedara
constancia. En uno de ellos, la paloma se retiró, dejando a la vista dos huevos
y otro separado, no sabemos si intencionadamente.
Todo ello dio
lugar a un debate entre todos lo que nos encontrábamos en la Casa acerca del
proceder a seguir. Los había partidarios de limpiar y retirar los nidos,
mientras que otros se inclinaban por mantenerlos hasta que nacieran y crecieran
los pichones.
Por el momento,
no sabemos si acertadamente o no, los hemos mantenido. Veremos lo que pasa…


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