Fue hace un año cuando nos quedamos sin espacio para almacenar nuevos libros. Hace tiempo se había llenado, por completo, todos los elementos del Compactus, instalado en 1998. Hubo que colocar unas estanterías metálicas que nos han servido para conservar la obras que se van incorporando a nuestros fondos.
Pero, durante
los últimos meses, guardábamos los libros en carros de transporte o directamente
en el suelo. Afortunadamente, esta semana, se ha procedido a la instalación de
otros tres cuerpos de estantería que, momentáneamente, van a resolver el
problema.
No sabemos por
cuanto tiempo, a pesar de que vamos a duplicar la capacidad de las baldas, pero
cuando se llenen ya no hay posibilidad de instalar otras nuevas. Esta situación
se hubiera resuelto hace ya mucho tiempo si se hubiera llevado a cabo la
ampliación de la Casa, con un gran bunker para libros y archivos, del que existe
ya un proyecto, pero nunca encontramos el necesario apoyo para algo tan
importante para la cultura borjana. Ojalá ello sea posible en un futuro que nos
gustaría que no fuera muy lejano.
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