domingo, 15 de junio de 2025

La campana San Sebastián

         La última de las campanas de este segundo cuerpo de la torre del pórtico de la colegiata de Santa María, que hemos venido comentando, está situada frente a la Santa María.

 

 

         Se encuentra en el lado que da a la otra torre, la llamada “torre del reloj” y mira, por lo tanto, hacia el claustro.


         En realidad, la que se ha colocado en la torre, tras la restauración de 2009, es una reproducción de la original que, en la actualidad, se exhibe en el Museo de la Colegiata.

 

         Era una campana de tipo esquilón de 600 cm de diámetro con un alzado de vaso de 520 cm y un peso de 130 kilos. El badajo era de 455 cm y la sujeción se realizaba mediante un postizo de hierro, ya que el asa original se había roto.


         En el vaso aparece la cruz en calvario habitual en todas estas campanas y la decoración que se aprecia en la fotografía.



         En la parte superior figura la inscripción “SAN SEBASTIAN ORA PRO NOBIS”, “San Sebastián ruega por nosotros”.

 

         Al otro lado de la cruz puede verse esta inscripción “BALLESTEROS ME HIZO. AÑO 1871”. Estamos, por lo tanto, ante otra campana fundida por algún miembro de esta saga de campaneros cántabros, como ya señalamos en el caso de la Santa Bárbara, aunque esta última fue fundida veinte años después.

                          

         La campana colocada en la torre es, como dijimos, una reproducción efectuada por la Casa Quintana que reune las mismas características que la original, aunque bajo el distintivo del primitivo fundidor, se ha colocado el de dicha casa “QUINTANA ME FECIT” y “AÑO 2009” que es cuando se realizó la copia.


También hemos advertido que, bajo la cruz, aparece el número 3822 que puede corresponder al de serie de los trabajos de Quintana.

Como indicamos, en el caso de la Espinayera, la San Sebastián reemplazaba en los toques a la Santa María durante el periodo cuaresmal.


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