martes, 10 de junio de 2025

Redescubriendo la gran matraca de Santa María

 

         El reciente artículo que dedicamos al campanil de la colegiata de Santa María, ha suscitado un indudable interés, por lo que nos ha aparecido conveniente volver a recordar el importante conjunto de campanas existente en nuestro primer templo.

Fue hace ya 13 años cuando dimos a conocer en este blog una serie de reportajes sobre las campanas existentes en Borja que tuvieron gran éxito y culminaron con un concierto o exhibición de toques de campanas.

Retomamos, por lo tanto, aquellos artículos ilustrados con excelentes imágenes de Enrique Lacleta, recordando que la colegiata tiene dos torres. La que aparece en primer término en la fotografía es la situada sobre el pórtico y es conocida como “torre de las campanas”. Al fondo se encuentra la llamada “torre del reloj”.

 

El grupo más importante de campanas se encuentra en la primera e iremos describiéndolas de arriba abajo. Este artículo está dedicado a la gran carraca o “campana de madera”, una pieza de gran interés que, sin embargo, dejó de sonar hace tiempo.

 

         Está situada en la parte más alta de la torre, sobre esta otra campana de bronce conocida con el nombre de “Don Don”. En la fotografía se puede apreciar la posición de la carraca sobre el entramado de madera.

 

         Se trata de una estructura de madera circular que se hace girar, de manera que los mazos golpean sobre las tablas, produciendo su sonido característico.

 


         Este es el dispositivo que hace posible el movimiento, tirando de un cabo anudado al brazo metálico que se ve en la fotografía.

 

         La campana se encuentra en un aceptable estado de conservación y sería posible volver a utilizarla con una pequeña reparación de algunos de sus mazos y de otros elementos.

 

         Como es sabido, en la Iglesia Católica, tras el canto del Gloria el día de Jueves Santo, dejan de sonar las campanas hasta el momento en el que vuelve a entonarse el Gloria en la Vigilia Pascual. Durante ese espacio de tiempo, comprendido entre la tarde del Jueves Santo y el amanecer del Domingo de Resurrección lo único que suenan son las carracas o matracas. Durante esos días era cuando se empleaba esta “campana de madera” que algunos asocian al “Entierro de Cristo”, pues sonaba a la salida de esta procesión. Pero también se utilizaba para convocar a otras ceremonias de esos días, como la “Procesión de los Cristos” o el llamado “Sermón de la bofetada” y los oficios del Viernes Santo.




Catedral de Toledo


Basílica de Santa María de Elche


Catedral de Santiago de Compostela

         Para los que quieran conocer el sonido de este instrumento (los hay de diferentes tipos), ofrecemos este enlace correspondiente a la matraca de la catedral de Santiago o este otro, que es el de la matraca de Elche, de menor tamaño que la nuestra.

         En su momento, este reportaje constituyó una auténtica primicia informativa, dada la dificultad para acceder al lugar donde se encuentra instalado la matraca borjana.


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