Entre los recuerdos que, desde Logroño, nos han remitido los hermanos Salillas, figura un librito en el que se han encuadernado dos artículos biográficos sobre el cardenal D. Vicente Casanova y Marzol.
El primero de
ellos es una extensa biografía, de 57 páginas, editada por la Diputación de
Almería, en la que se ofrece muy amplia información sobre su trayectoria
personal, especialmente de sus pontificados en Almería y Granada.
Son
especialmente interesantes las menciones a los problemas que tuvo que afrontar
en ambas diócesis, donde sus relaciones con los respectivos cabildos no fueron
demasiado cordiales, teniendo que soportar, incluso, acusaciones anónimas durante
su último año de estancia en Almería.
Otros datos de
interés son los relativos a los recuerdos que se conservan de él en Almería (o
se conservaban). En concreto, un terno azul, bordado en oro, con los diversos
cuarteles de sus armas en las dalmáticas (cuatro) y la imagen de la Virgen del
Buen Consejo en la casulla.
También, una jarra y recipiente para el lavatorio del Ofertorio, de plata de ley con sus armas. Pero la pieza más preciosa es un cáliz de plata sobredorada con brillantes, que le fue regalada por los sacerdotes de Almería, al ser preconizado a la sede de Granada. Tiene unos medallones con la Virgen del Mar, San Indalecio y su escudo de armas.
El otro artículo
es el que publicó D. Javier Lerín de Pablo en Cuadernos de Estudios Borjanos
LII (2009), en el que estudió su etapa como Senador del Reino.
Y, junto a esos
trabajos, aparece también encuadernada esta fotografía suya, dedicada “A mi
querido sobrino D. Vicente Salillas y Casanova”. Corresponde a su etapa de obispo
de Almería y ofrece la particularidad de haber sido realizada en Zaragoza por
el fotógrafo Guillermo Freudenthal, siendo diferente a las que conocíamos.
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