viernes, 19 de noviembre de 2021

Visita a la abadía de Brantôme


         Una de las visitas más espectaculares que realizamos durante nuestra estancia en Francia fue la de antigua abadía benedictina de Brantôme, situada a orillas del río Dronne, en un paraje natural de gran belleza, acentuada por las tonalidades propias del otoño.






         Fundada, según la tradición, por el propio Carlomagno, está dedicada a San Pedro y a San Sapalo (Saint Sicaire), siendo este último uno de los Santos Inocentes mandados asesinar por el rey Herodes.



    

     En el interior del templo un llamativo grupo escultórico recuerda aquel episodio que narra el Evangelio de San Mateo y, junto a él, se encuentra una arqueta con las reliquias del pequeño mártir que fueron llevadas allí por Carlomagno, siendo veneradas de manera especial dos veces al año.



   

      En la parte posterior de la abadía existe un conjunto de cuevas que han sido utilizadas como eremitorios, lugares de culto y hasta palomares.




         A la entrada de una de ellas brota una fuente, dedicada a Saint-Sicaire, cuyas aguas son consideradas milagrosas y favorecedoras de la fecundidad, desde mucho antes de la fundación de la abadía.





         La cueva mayor es la llamada del “Juicio Final” por el relieve que aparece esculpido en una de sus paredes, junto con otro situado lateralmente que representa el Calvario, con dos monjes en los extremos.





El complejo está integrado por otras cuevas, interiores y exteriores, en algunas de las cuales se muestran restos arqueológicos.




      

     En una parte de la abadía se encuentra la Alcaldía de Brantôme y en uno de los salones nos recibió la Alcaldesa Mme. M. Ratinaud. Es interesante la bóveda de la escalera principal en la que están representados Carlomagno; el almirante Gaspard de Coligny (siglo XVI); Pierre de Bourdeille (siglo XVI), abad comendatario laico; y Henri Léonard de Bertin, señor de Brantôme en el siglo XVIII.




         Antes de partir, aun tuvimos la oportunidad de visitar el museo instalado en la planta baja, dedicado a Fernand Desmoulins (1853-1914), un destacado artista que se interesó por el espiritismo, siguiendo la moda de su tiempo.





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