In memoriam. D. Ángel Vidal Sevil

         Al regresar de los viajes efectuados a Francia y Madrid, hemos tenido conocimiento del fallecimiento, el pasado 3 de noviembre de D. Ángel Vidal Sevil a quien habíamos fotografiado por última vez, durante nuestra visita a Gallur en las Navidades de 2019, junto a “su belén”.

         Ángel había nacido en Gallur el 6 de octubre de 1944 y, con apenas siete años, comenzó a crear belenes. Primero en su domicilio, más tarde en un almacén donde le conocimos por vez primera y, desde 2004, en la Casa del Canal, a la que corresponden las imágenes que reproducimos.

         Inicialmente, eran belenes para ser contemplados frontalmente pero, en sus últimos años, era posible cicunvalarlos lo que le permitía dotarlos de perspectivas muy diversas en las que no faltaban representaciones de los edificios más representativos de Gallur.

         Sus conocimientos sobre instalaciones eléctricas le permitían dotarles de un complejo sistema de iluminación y de determinados efectos especiales, lo que unido a sus grandes dimensiones y a la calidad de muchas de sus figuras hicieron del belén de Gallur uno de los más importantes de Aragón.

         Fue una gran empresa en solitario a la que D. Ángel Vidal dedicaba buena parte del año, aunque hasta casi el final colaboró con él D. Martín Andrés Chicapar. En una ocasión nos contó que algunas figuras habían sido restauradas por D. Miguel Agoiz Gómez y también nos mencionó como colaborador a D. Armando Arcega Pardo.

         Pero como obra personal de un hombre dedicado por entero a ella, el belén monumental de Gallur desaparece con Ángel. En el recuerdo de todos los que le conocimos permanecerán las imágenes de su obra y la satisfacción con la que cada año nos comentaba las modificaciones introducidas.

         Nuestro más sentido pésame a toda su familia y nuestras oraciones para este gallurano que consagró a la conmemoración de la Navidad una parte importante de su vida. Que el Niño Dios junto al que reposan sus restos le permita disfrutar eternamente de la alegría de ese gran Misterio que quiso reflejar en sus belenes.