El ilustre historiador borjano D. Javier Bona no puede olvidar sus raíces malejaneras y lo mismo reúne las obras que D. Baltasar González pintó sobre esa localidad, que indaga en antiguos diarios las noticias relacionadas con ella.
La Voz de Aragón fue un “Diario
Gráfico Independiente” que inició su publicación en 1925 y desapareció poco
antes del inicio de la guerra civil. Algunos sus números están digitalizados y
pueden ser consultados en la página de la Biblioteca Nacional. El corresponsal
en Borja del diario fue D. Dionisio Pérez Viana y hemos encontrado varias de
sus crónicas, de igual forma que Javier Bona lo ha hecho con las referidas a
Maleján.
Una de ellas relata las fiestas que esa
localidad celebró en mayo de 1926, en honor a Santa Bárbara, su Patrona. Lo interesante
de la crónica es el relato del viaje que efectuó el gacetillero, a bordo del
ferrocarril de Cortes a Borja, en el que viajó desde Bureta hasta “la Perla del
Huecha”, con llamativos elogios al ferrocarril que tan “buen servicio realiza
con sus frecuentes viajes este tren de juguete para los pueblos ribereños”,
mencionando a Lorenzo, Jefe del tren y expendedor de billetes, a Primitivo, el
revisor; y al “hércules” maquinista. Como el tren no llegaba hasta Maleján,
tuvieron que hacer el recorrido de dos kilómetros que lo separan de Borja, “a
pie y en amena charla”.
La fiesta religiosa fue muy solemne,
oficiada por el párroco y dos sacerdotes de Borja. Varios jóvenes, acompañados
por la banda de Borja “cantaron con sumo gusto y afinación la Santa Misa”.
Después de la comida hubo baile. Por la
descripción que ofrece parece ser que fue en el llamado “balcón de Maleján” con
sus espléndidas vistas al valle del Huecha. Como era costumbre en aquellos
tiempos, mencionaba a varias integrantes de ese “lindo ramillete de muchachas
guapas”, acentuando los elogios a ellas dirigidas.
Citaba a Flora de Pablo, con poema
incluido; a Patro y Juanita Sangüesa, con sus ojos enigmáticos y soñadores; María
Luisa Carme y Nati Corella, “tan preciosas y elegantes que parecen figuras
decorativas del lugar por donde pasan”; Marcelina Cuartero y Agustina Suñer “que
nos marearon al pasar”; Asunción Ballesta y tantas otras “que no exageramos al
manifestarte que aquello era una dependencia selecta del Paraíso”.
Así se escribía entonces y el firmante
de la crónica “Magister Buretano”, posiblemente un joven maestro ejerciente en
Bureta, hizo uso de todos los recursos a su alcance para loar a unas muchachas
que no sabemos si todas eran de Maleján o, como suponemos, habían llegado de
otros lugares.
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