En la crujía Oeste del claustro de la colegiata de Santa María, en el lugar marcado por la flecha, se encuentra la actual capilla de la Oración en el Huerto que, en su origen, estuvo dedicada a San Francisco Javier.
Cuando el lienzo con la imagen del
Santo Jesuita fue llevado a la panda donde se encuentran las capillas con los
pasos procesionales de la Semana Santa, a las que dedicamos el primero de los
artículos de esta serie, el paso de la Oración en el Huerto que, hasta entonces,
ocupaba ese lugar, fue intercambiado de emplazamiento.
Durante mucho tiempo, el antiguo paso
quedó arrumbado en esa capilla, dado que, en 1947, la Junta de la cofradía de
las Almas decidió reemplazarlo por uno nuevo. Fue adquirido en Olot, siendo de producción
industrial y desfiló por vez primera en la procesión de 1948, siendo prior de
la cofradía D. Primo Irache.
Fue en 2019, cuando al cumplirse el tercer centenario de que
se hiciera cargo del mismo la cofradía de Cristo Nuestro Señor en el Huerto y
de las Almas del Purgatorio, creada expresamente con ese fin, se decidió
recuperarlo y, tras el paréntesis de la pandemia ha vuelto a desfilar este año
en la procesión de la tarde del Jueves Santo.
Había sido en 1719 cuando el M. I.
Ayuntamiento de la ciudad y su corregidor D. Alonso Anaya y Espinosa, tomaron
la decisión de “prohibir, por las inquietudes de los hombres mozos, que estos
llevasen, en la procesión del Jueves Santo, a Nuestro Señor del Huerto”. Cabe
preguntarse qué significa esa alusión a las “inquietudes de los hombres mozos”
y por qué el problema se suscitó exclusivamente con este paso.
El
general D. Romualdo Nogués, que escribió más de un siglo después, mencionaba
los altercados que todos los años se producían durante esa procesión en la que
se repartía vino y comida, lanzando caramelos y golosinas a los participantes.
Es posible que, entre los más jóvenes, que eran al parecer los que llevaban
este paso, se suscitaran peleas. En cualquier caso, en 1719 la cofradía de las
Almas fue creada con el fin principal de portar ese paso, lo que constituye un
caso singular en la Semana Santa borjana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario