lunes, 17 de abril de 2023

La capilla de la Virgen de las Nieves

 

         A diferencia de algunas de las capillas de las que hemos dado noticia estos días, de la capilla de la Virgen de las Nieves (la segunda por la derecha en esta imagen), nunca le habíamos dedicado un artículo en este blog. Y ello, a pesar de que disponíamos de las excelentes fotografías de Enrique Lacleta que reproducimos hoy.



         De esta capilla, el Dr. D. Alberto Aguilera Hernández ha documentado que su construcción fue autorizada el 17 de marzo de 1529, al mismo tiempo que la capilla dedicada al Cristo del Arca. Estaba dedicada a San Dionisio y, en 1532, aún se encontraba en obras.


         En la actualidad tiene como titular a la Virgen de las Nieves que llegó a tener cofradía propia, fundada en 1657 por el gremio de tejedores. Pudo ser entonces cuando les fue cedida la capilla, en la que celebraban su fiesta el 5 de agosto y donde, el primer domingo de cada mes, asistían a una Misa “rezada”, seguida de Salve y responso por los cofrades fallecidos.

         En el libro de la cofradía, que se conserva en el archivo del Centro, aparecen los estatutos fundacionales de la misma, cuyo segundo artículo dice así:

         “…estatuimos permanezca para siempre en la capilla que está en el claustro, frontera a la puerta de la sacristía del Sto. Cristo y a las espaldas de los Santos Apóstoles San Simón y San Judas, la cual dicha capilla los Ilustres Señores Prior, Canónigos y Cabildo de la dicha Colegial Insigne, para consolar nuestro afecto… graciosamente nos conceden”.

 

         A pesar de esa mención, el Dr. Aguilera precisa que la referencia que aporta ese artículo: “a las espaldas de los Santos Apóstoles San Simón y San Judas” (actual capilla del Carmen) nos indican que se está refiriendo a la que, posteriormente, ocupó el Baptisterio, ahora demolida. 

La cofradía que llegó a tener mucha importancia, dado que la industria textil alcanzó gran auge en la ciudad, durante el siglo XVIII, con 44 telares, en la actualidad aún subsiste nominalmente, pero no desarrolla las actividades que le eran propias, que habían quedado reducidas, a mediados del siglo XX a un Rosario con Salve el 4 de agosto, la fiesta del día 5 y las Misas en sufragio por los cofrades fallecidos el 6 de agosto y el 3 de febrero.

 


         En cuanto al retablo, de estilo manierista, tiene una hornacina central, flanqueada por cuatro columnas estriadas, dos a cada lado. En el banco aparecen sencillos motivos vegetales y cornucopias.


         Está rematado por un frontón curvo partido y, en el ático, el lienzo que pudo ocupar ese lugar, fue sustituido por una cristalera, con el fin de dar más luz al interior de la capilla.

 


         La imagen titular es una obra de calidad que el Dr. Aguilera data en el siglo XVI, con la Virgen que lleva a su Hijo en el regazo, acariciando cariñosamente sus manos, pero cuya iconografía no responde al modelo original de la advocación de las Nieves.

 


         Como muchas personas conocen hay en Roma un antiguo icono, muy querido por los habitantes de la ciudad, que veneraban a la Virgen como “Salus Populi Romani”. Según la tradición, un matrimonio de ancianos patricios que no tenían hijos, pidieron a la Virgen que les indicara lo que debían hacer con su cuantiosa fortuna. La Virgen les manifestó que levantaran un templo en el lugar que les indicaría y el 5 de agosto de 358 en el monte Esquilino una milagrosa nevada dibujó el contorno de lo que fue la primera basílica de Santa María la Mayor. 



         La capilla se cubre con una bóveda cuadrangular, de lunetos en uno de los cuales se abre un vano hacia el claustro. Bajo ella corre un entablamento con ángeles y frutos en sus ángulos.



         En el centro se abre una linterna con ventanales en su cuerpo y rematada con un gran florón central y cabezas de angelotes en sus esquinas. Como puede verse, el estado de la capilla no es bueno, debido a las filtraciones de agua que tuvo.

 

         La capilla tuvo una sacristía en la que se guardaban algunos efectos y, en ocasiones, se reunió en ella la Junta General, aunque lo habitual es que lo hiciera, cada año, en la sacristía de la capilla de San José.

 


         La sacristía fue derribada durante las obras de restauración de una panda del claustro y fue entonces cuando aparecieron uno sillares moldurados que, posiblemente, pertenecían a la fábrica románica del templo.

 

         El muro de ladrillos rojos que se aprecia en esta imagen corresponde al actual cerramiento, aunque está a la espera de la remodelación de todo ese sector, que mantendrá las capillas, pero eliminará añadidos recientes.



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