lunes, 10 de abril de 2023

Un símbolo de unidad

 

         Lo destacó el Párroco D. José María Sánchez Becerril, al finalizar el Entierro de Cristo. El éxito alcanzado este año por la Semana Santa borjana ha sido más importante porque se partía de unas condiciones muy adversas que, en algún momento hicieron temer el que no pudiera llegar a realizarse de la forma habitual.

         Pero, fue la mayor parte de las cofradías quienes, dando ese ejemplo de unidad al que hacía referencia el párroco, hicieron posible el milagro de todo transcurriera con normalidad.

         Y esa unidad estuvo simbolizada, de manera muy especial, en el paso de la Virgen de los Dolores ya que, ante la posibilidad de que no llegara a desfilar, se hicieron cargo del mismo los representantes de todas las cofradías.


         Era inconcebible que la Virgen no acompañara a su Hijo en el momento culminante de su Entierro o que dejara de escuchar esa jota que, desde un balcón de la plaza del Mercado, le cantaron las hermanas Berta y Yolanda Martínez Gracia.

 


         La Virgen lloró como nunca, en ese momento y en otros lugares del recorrido (es una imagen articulada). Y no lo hizo por las razones de aquella conocida anécdota del Cristo de Beja, sino posiblemente, por ver paliado su dolor, gracias al entusiasmo de los cofrades borjanos.

 

         Que Ella y su divino Hijo tengan presentes a todos y cada una de las numerosas personas que hicieron posible el desarrollo de todos los actos de nuestra Semana Santa que, en nuestra opinión y en la de otras muchas personas, dejará un recuerdo imborrable. Ya era hora de dejar de cantar como cigarras, para trabajar como hormigas en pro de nuestra ciudad.

         Por cierto, hubo un paso que este año no participó en el Entierro de Cristo. Pasó desapercibida su ausencia. ¿Cuál fue?



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