Al margen de los envíos habituales, la Institución “Fernando el Católico” nos ha remitido el número 88 de Cuadernos de Aragón, que está dedicado a la obra Documentos sobre pintura gótica en Aragón en el siglo XV que, posiblemente, fue uno de los últimos trabajos del ilustre embajador e investigador D. Manuel Gómez de Valenzuela.
Está prologada por la Profª. Dª. María
del Carmen Lacarra que, en buena medida, fue quien alentó la realización de
esta recopilación de 237 documentos conservados en diferentes archivos
aragoneses. La Profª. Lacarra destaca la gran labor realizada por el autor y la
importancia de la misma para un mejor conocimiento de muchos de los artistas de
ese período. Al mismo tiempo, analiza las aportaciones efectuadas, contextualizándolas
en el marco del conocimiento que, hasta el momento teníamos de ellos.
Por lo que a nuestra zona respecta, encontramos
un documento de 17 de agosto de 1442, por el que el pintor Pascual Ortoneda, acusa
recibo de 696 sueldos jaqueses que el notario zaragozano Alfonso Francés, le ha
entregado “por el retablo que ha hecho para la iglesia de Alberite de San Juan”,
el cual no se conserva en la actualidad.
Un pintor tan importante como Blasco de
Grañén recibe, en abril de 1443, 1.000 sueldos por un retablo que ha hecho para
Mallén, por encargo del comendador frey Juan de Liñán, que estaba al frente de esa
encomienda.
De nuevo vuelve a aparecer el notario
Alfonso Francés, en un documento de octubre de 1460, en el que el pintor Juan
Rius se compromete a pintar el retablo que le ha encargado, para la iglesia de Añón,
cuando haya “acabado el retablo de San Blas en que trabaja para la iglesia de
San Pablo de Zaragoza”.
Al margen de los datos referidos a esos
tres retablos desaparecidos, en otro documento de 1483 se menciona a Miguel de
Talamantes, vecino de Ainzón, del que fueron ejecutores testamentarios el
pintor Gil Vallés y su mujer, con motivo de haberle vendido una viña al soguero
Juan de Padilla, también vecino de Ainzón.
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