Con frecuencia, los viajes nos sirven para conocer aspectos de la historia de los lugares visitados que desconocíamos. Así nos ha ocurrido ahora, cuando recorriendo las calles de Puerto de la Cruz (Tenerife) hemos encontrado el monumento dedicado a la estancia en esa ciudad de la escritora británica Agatha Christie.
Agatha Christie (1890-1976) es una de
las más grandes escritoras, especializadas en el género negro. Autora de
numerosas novelas, raras son las personas que no han leído alguna o han visto
las películas inspiradas en ellas.
En 1914 había contraído matrimonio con el
coronel Archibald Christie (1889-1962), pero hacia 1926 la relación comenzó a
deteriorarse debido a la infidelidad del marido y fue entonces cuando la
escritora protagonizó un extraño episodio, al desaparecer durante varios días,
sin que llegara a explicarse lo acaecido durante ese tiempo.
En 1927, cuando los trámites del divorcio se habían iniciado, Agatha muy afectada además por la muerte de su padre se trasladó a Puerto de la Cruz, en compañía de su única hija Rosalind y su secretaria Charlotte Fischer.
Se alojaron en el Gran Hotel Taoro, un
emblemático edificio que se incendió dos años después y, aunque fue restaurado,
nunca volvió a ser como antes. Hoy aún subsiste abandonado.
Para Agatha fue el refugio ideal en el
que recuperar la paz. Muy cerca se encontraba la iglesia anglicana de Todos los
Santos y The English Library, una biblioteca, fundada en 1903 que, con más de
30.000 ejemplares, es considerada una de las más importantes del mundo en idioma
inglés, fuera del ámbito británico.
Agatha Christie sólo estuvo diez días
en Tenerife, pero su visita a la isla es recordada con diversas iniciativas,
entre las que destaca el Festival Internacional que, con carácter bianual, se
le dedica. Fue en el transcurso de la I edición, celebrada en 2007 cuando se
cumplían 80 años de su llegada a Puerto de la Cruz, cuando fue inaugurado por
su único nieto Mathew Prichard.
La autora del monumento, que inicialmente fue instalado en otro lugar fue la escultora húngara Marta von Poroszlay que, siendo muy niña, huyó con su familia de su país natal y, tras una estancia en Suecia, llegó a Canarias. Casada con el historiador D. José Luis Machado Carilla, además de su labor como escultora y excelente ebanista, ha publicado también varias obras de investigación.
Junto a la ubicación actual del
monumento, en la Urbanización de La Paz, se encuentran estas escaleras en las
que, en el transcurso de la VII edición del Festival celebrado en 2019, se llevó
a cabo una actuación artística consistente en pintar en sus gradas los títulos
de 23 de las obras de la escritora, junto con otra de John Curran, Los
cuadernos secretos de Agatha Christie, su mejor biógrafo. Entre las seleccionadas
de la autora se encuentra el libro de cuentos El misterioso Mr. Quin,
que terminó en Puerto de la Cruz, así como El misterio del tren azul.
Pero también se le recuerda en Sitio
Litre, una finca cercana que antaño era lugar de cita para la colonia inglesa
que se reunía en ella para tomar el té y jugar al criquet, a la que acudió la
escritora.
Ahora el magnífico jardín creado hace más de 200 años y que conserva la mayor colección de orquídeas de la isla y el drago más grande del Puerto de la Cruz. Además de Agatha Christie entre lo muchos visitantes famosos se encuentra el gran botánico alemán Alexander von Humboldt.
Recuperada de sus problemas viajó a Bagdad donde conoció la
excavación arqueológica que se estaba desarrollando en la antigua ciudad de Ur
y allí conoció después al arqueólogo Max Mallowan (1907-1978) con el que se
casó en 1930. Fueron felices y las actividades de su segundo marido inspiraron
varias de sus novelas posteriores, pero curiosamente mantuvo el apellido Christie
de su primer esposo.
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