Este castillo fue, hasta su reciente fallecimiento, el lugar de residencia del ilustre compositor Cristóbal Halffter quien se había establecido allí desde que contrajo matrimonio, en 1956, con Dª. María Manuela Caro y Carvajal, propietaria del mismo e hija de D. Mariano Caro y del Arrroyo, III conde de Peñarramiro. María Manuela que murió en 2017 fue también una intérprete relevante en el mundo musical, pues fue la primera pianista de la Orquesta Nacional.
En ese lugar existió con anterioridad otro castillo que fue destruido en 1507, siendo reconstruido por D. Pedro Álvarez de Toledo y Zúñiga, esposo de la II marquesa de Villafranca del Bierzo. Vinculado a esta casa, fue el V marqués quien, a partir de 1600, le dio aspecto actual más propio de un palacio que de una fortificación.
De planta cuadrada con torreones
circulares en sus ángulos y rodeado de una amplia zona verde que, en el pasado,
fue configurada como un jardín de estilo italiano, el castillo fue destruido
por los ingleses durante la Guerra de la Independencia y posteriormente incendiado
por los franceses.
Su propiedad pasó a los condes de Peñarramiro,
descendientes de los marqueses de Villafranca del Bierzo, que utilizaron como
residencia una parte del mismo tras su rehabilitación en 1870.
Como se percibe en estas imágenes y, de
manera especial, en la fotografía aérea, la zona habitable de 1.800 metros
cuadrados, distribuidos en tres plantas, representa una cuarta parte de todo el
conjunto dispuesto en torno a un patio central. Ya en la fachada principal de
advierte claramente la parte restaurada (a la izquierda) del resto con los
vanos vacíos de sus ventanas.
De su interior no tenemos otras
imágenes sino las publicadas con ocasión de las entrevistas concedidas por el
ilustre músico a los medios de comunicación y las de su capilla ardiente que se
instaló en el propio castillo.
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