Así es como conocimos, durante nuestra estancia en la ciudad, el castillo de la Concepción, el más antiguo de los que defiendes a ese importante puerto. Era conocido popularmente como “castillo de los patos” y era lo que quedaba de la fortaleza tras el derribo, en 1924, de buena parte de sus estructuras para crear el parque Torres, cuyo nombre recuerda al que entonces era alcalde de la ciudad D. Alfonso Torres.
El origen del castillo es difícil de
precisar, pero se cree que en aquel lugar hubo un templo dedicado a Esculapio y
las excavaciones realizadas han ofrecido resultados que parecen corresponder a
ese edificio al que hizo referencia el historiador griego Polibio.
De lo que tampoco cabe duda es de que, en
época musulmana, se levantó en el lugar una alcazaba, de la que queda como
testimonio esta torre que cumplía misiones de faro.
Pero los restos que han llegado hasta
nosotros corresponden al que mandó construir Alfonso X el Sabio, tras la
reconquista de la ciudad, como base para la Orden de Santa María de España,
cuya prematura desaparición provocó el que las obras quedaran inacabadas.
No obstante, el castillo siguió siendo
utilizado posteriormente y contaba con un recinto al que se accedía por la llamada
“puerta de la villa”. El elemento conservado de mayor importancia es la que
fuera torre del homenaje, también llamada “El Macho”.
Lo que, durante mucho tiempo, fue un
mero elemento ornamental, salvado de la demolición, fue restaurado a comienzos
del siglo XXI y convertido en Centro de Interpretación de la Historia de la Ciudad,
en el marco de un proceso recuperación patrimonial que han hecho de Cartagena
una ciudad modélica.
Pero, las excavaciones realizadas bajo la torre del homenaje, han permitido descubrir nuevas estancias que también han sido musealizadas y abiertas al público, de manera que el castillo, al que se puede acceder por medio de un ascensor panorámico, se ha convertido en uno de los recursos turísticos de una ciudad que cuenta con muchos.
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