Fue en el nº 129-130 de nuestro Boletín Informativo cuando nuestra recordada colaborada Ana Martínez Teruel dio la noticia del hallazgo de un torreón islámico en Novillas, efectuado por D. Manuel Giménez Aperte y D. Luis Zueco Giménez.
Poco después, Luis Zueco publicó en el
nº LIV de Cuadernos de Estudios Borjanos un artículo titulado “El
torreón de Novillas (Zaragoza) y la red de fortificaciones andalusíes del valle
del Huecha (siglos IX-XI)”, con amplia información sobre ese desconocido
lienzo, oculto hasta entonces en el interior de un almacén donde había pasado
desapercibido.
Relataba en el artículo cómo al ir a
fotografiar los restos de antiguo castillo sobre los que se construyó la casa
conventual de la encomienda hospitalaria, les informaron de la existencia de
ese otro torreón.
Luis y Manuel impulsaban por entonces
la Asociación de Amigos de los Castillos de Aragón, a través de la cual dieron
la noticia que tuvo un amplio eco en la prensa regional, pero aparentemente el
torreón quedó olvidado.
Sin embargo, no fue así para el
Ayuntamiento de Novillas que, años más tarde, decidió adquirir el almacén en el
que se encontraba, encargando a Lorente Arquitectos su restauración.
En su página web se puede encontrar una
descripción de esa actuación, así como fotografías del antes y después de la restauración.
Por entonces, el almacén o garaje ya estaba en ruinas y “en su interior había
paredes de distintos materiales, desde ladrillos a adobe, pasando por muros de
piedras redondas, además de grandes sillares bien alineados y rejuntados”.
“Primeramente, se demolió el garaje y
el trasformador que lo cubría. Una vez liberado de estas construcciones, se
intentó conseguir dos objetivos, en primer lugar, restaurar el tramo de la
muralla, poniendo en valor un patrimonio que el municipio tenía oculto y, en segundo
lugar, crear un espacio urbano de encuentro y recreo.
Este es el resultado, tal como se
muestra en la página antes citada, en la que se habla de “lienzo de muralla” de
un torreón.
Hace pocos meses estuvimos en Novillas
con objeto de conocer el resultado de la restauración ya que, hasta ese
momento, sólo la habíamos visto a través de las fotografías que nos habían
mandado y publicamos en este blog. Como puede apreciarse, la plaza resultante
está al lado del parque del río Ebro, al que dedicaremos otro comentario.
Fotografíamos detenidamente sus
sillares que, en nuestra opinión, deberían ser objeto de un estudio más
detenido. No sabemos si ya se ha realizado, pero es algo necesario, al igual
que el de otros torreones de nuestra comarca, para precisar su origen y
características.
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