A comienzos de 2011, Alberto Aguilera y
Ramiro Adiego, dos jóvenes licenciados en Historia, andaban empeñados en la
realización del inventario de la iglesia parroquial de Bulbuente que publicamos
al año siguiente. Fue entonces cuando descubrieron en las escaleras de la torre
un curioso grafito, de cuyo hallazgo dimos cuenta el 6 de abril en este blog:
“Con ocasión de los trabajos que, para la preparación de la obra que sobre el Patrimonio Artístico Religioso de esta localidad, están efectuando los investigadores del Centro D. Alberto Aguilera Hernández y D. Ramiro Adiego Sevilla, descubrieron en uno de los muros interiores de la torre del templo parroquial un grafito que representa a un buque.
El
hallazgo ha sido estudiado por el Capitán de Navío D. Pedro Fondevila, el más
cualificado especialista en esta materia, el cual ha elaborado un detallado
informe que será publicado en nuestro próximo Boletín Informativo.
Podemos adelantar que, en su opinión, se trata de la representación de una
fragata de guerra que puede ser datada entre la segunda mitad del siglo XVII y
el final de la primera mitad del siglo XVIII. El autor del dibujo, aunque con
escasa habilidad pictórica, ha reflejado los tres palos de este tipo de buques,
así como un gaviero que está trepando por la tabla de jarcia del palo mayor. El
buque dispone de una única batería, un dato que contribuye a su identificación
como fragata y no navío. Por otra parte, sobre el costado está toscamente
reflejada la empavesada de paño que, como adorno, se ponía en la borda.
Las características de la misma y la presencia de una bandera
bajo el buque, con una cruz, sugieren la posibilidad de que se trate de un
buque de la Orden de Malta. En este sentido, conviene recordar que, aunque
Bulbuente era propiedad del monasterio de Veruela, a muy poca distancia se
encuentra Ambel, cabeza de una encomienda hospitalaria, en cuya casa conventual
aparecieron otros graffiti navales que han sido objeto de varias publicaciones.
Bajo el dibujo de Bulbuente aparecen también un ancla, símbolo habitual de las
distintas Armadas y un cañón que hace alusión a su condición de buque de
guerra.
Al dar cuenta de este interesante hallazgo, queremos resaltar
la gran labor que están realizando Alberto Aguilera y Ramiro Adiego (impulsor,
por otra parte, de este blog), así como la colaboración que nos viene
dispensando el C.N. Fondevila.
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