En nuestro recorrido por los llamados castillos de Cataluña que, en realidad, son casas fortificadas y, en algunos casos, recreaciones historicistas, nos detenemos hoy en el castillo de Riudabella que, en su origen, fue una granja del monasterio de Poblet, situado muy cerca.
La granja, que fue la primera del
monasterio, era dedicada a la producción de vino y, tras la Desamortización,
fue adquirida por D. Pedro Gil Babot, en 1842. Fue quien reconstruyó la granja,
dotándole del aspecto que actualmente tiene, inspirado en los “chateaux”
franceses, por lo que comenzó a ser denominado como castillo, cuando nunca lo
había sido.
Las viñas siguen rodeando a la antigua
granja y, sus descendientes, la familia Gil Moreno elabora un vino con la marca
“Castell de Riudabella”.
En su interior existen dos apartamentos
rurales muy bien acondicionados, y el propósito de los propietarios es
incrementar el número de plazas en otras zonas del edificio.
También es posible celebrar en su
interior diversos eventos y, dentro del conjunto hay una capilla en la que se
han celebrado bodas religiosas.
La propiedad cuenta con un jardín y a
los pies del “castillo” una gran balsa para el riego contribuye a reforzar la
belleza del paraje en el que se encuentra ubicado.
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