Situado en la localidad sevillana de Mairena del Alcor, también es conocido popularmente con el nombre de Castillo de Luna, recordando a una hija de D. Álvaro de Luna que estuvo casada con D. Pedro Ponce de León, primer propietario de la fortaleza tras su reconquista.
Vinculado a los duques de Arcos, título
creado en 1493 en la persona de D. Rodrigo Ponce de León, pasó después a los de
Osuna, tras el matrimonio de Dª. María Josefa de la Soledad Alfonso-Pimentel y
Téllez-Girón con su primo el IX duque de Osuna.
En los primeros años del siglo XIX,
estaba prácticamente abandonado y fue utilizado como cementerio y corraliza de
ganado, mientras sus muros eran desmantelados para utilizar sus sillares en la
construcción de otros edificios.
En 1879, el XII duque de Osuna D. Mariano Téllez-Girón se vio obligado a venderlo a D. Felipe Delgado Aguilera, vecino de la localidad. Los enormes dispendios realizados por el que fue llamado “Osuna el Grande” en su labor como diplomático, le abocaron a una ruina total. Murió sin descendencia y sus colecciones de arte se dispersaron, mientras que sus libros pasaron a formar parte de los fondos de la Biblioteca Nacional.
A la muerte de D. Felipe Delgado
Aguilera heredó el castillo su sobrino el historiador y geógrafo D. Antonio Blázquez y Delgado-Aguilera
(1859-1950) quien, en 1902, lo vendió por 2.000 pesetas a George Bonsor Saint
Martín (1855-1930), un singular personaje de nacionalidad francesa, pero nacido
en Francia, lo que representó un giro radical en el destino del castillo.
Porque Jorge Bonsor que había estudiado
Bellas Artes y llegó a Carmona como pintor, se convirtió en un arqueólogo
autodidacta y experto en antigüedades, precursor de los estudios arqueológicos
en Andalucía.
Para conservar las colecciones que iba
reuniendo acondicionó el castillo que, más tarde, adaptó como su residencia
privada, en la que recibía a visitantes de todo el mundo, mostrándoles no sólo
las piezas arqueológicas que conservaba, sino también lienzos, armas y
materiales etnográficos, junto con una importante biblioteca.
Financió la restauración del castillo
con los beneficios obtenidos de su labor como marchante para la Hispanic
Society de Nueva York a la que proporcionó buena parte de los fondos que expone
en su museo.
Estuvo casado en primeras nupcias con Dª. Gracia Sánchez Trigueros y, tras quedar viudo, contrajo nuevo matrimonio con Dª. Dolores Simó que fue quien, tras la muerte de Bonsor en 1930, logró mantener su legado, incluso durante la guerra civil.
En la actualidad el castillo es de
dominio público, tras su compra por la Junta de Andalucía en 1985. Previamente,
el Ayuntamiento de Mairena había adquirido, en 1978, las colecciones
arqueológicas para ayudar a su viuda en la conservación del monumento.
Es posible realizar visitas guiadas a
su interior, al que acceden también numerosos investigadores interesados por
los fondos allí conservados. También queremos mencionar el jardín creado en el
patio de armas, donde Jorge Bonsor solía agasajar a las personalidades que
acudían a esta emblemática fortaleza de estilo almohade.
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