lunes, 13 de diciembre de 2021

Castillo de Trujillo

         El castillo de Trujillo nos es especialmente querido, dado que en varias ocasiones hemos visitado esa maravillosa ciudad que constituye un ejemplo de recuperación patrimonial. Quienes visiten su espectacular conjunto monumental, recorriendo sus calles hasta ascender al castillo, difícilmente podrán imaginarse que todo ello ha sido fruto de un proceso de recuperación en el que tuvo especial protagonismo el matrimonio Salas-Ortueta que fueron también quienes nos llevaron hasta allí.


         Esta impresionante alcazaba fue construida en la segunda mitad del siglo IX durante la ocupación musulmana. Sus murallas tienen un perímetro de 900 metros y en su construcción se utilizaron elementos reaprovechados de época romana. Allí pueden verse inscripciones embutidas en los muros, cuya procedencia se ignora. En el siglo XV se le añadió un segundo recinto o albacara de forma hexagonal que se prolonga con una torre albarrana que no es la única del conjunto.


         En el siglo XIX cuando el castillo perdió su función militar pasó a manos de particulares, hasta que el Ayuntamiento lo adquirió en 1929. Hay que tener en cuenta que, desde el siglo XVI, se veneraba allí la imagen de la Virgen de la Victoria, Patrona de la ciudad.


         El camarín actual, situado entre dos torres albarranas y la puerta de acceso en arco de herradura, es una obra moderna, realizada por el arquitecto D. José González Valcarcel en 1952, recreciendo el muro.



         En el interior del camarín la Hermandad de la Santísima Virgen de la Victoria, con ocasión de sus Bodas de Oro, colocó este azulejo en el que se narra cómo la Virgen con el Niño se apareció a las tropas cristianas que sitiaban la ciudad en 1232, dándoles la victoria. Por eso se hace alusión a este episodio en las armas de Trujillo y el concejo mandó construir una ermita en el castillo en la que venerar la imagen que, bajo el título de la Victoria, realizó el escultor Diego Durán.



         La imagen que, habitualmente, dirige su mirada sobre la ciudad, está instalada en una plataforma giratoria, de manera que puede orientarse hacia el interior del camarín. Pudimos comprobarlo durante una de nuestras visitas, en la que un grupo de trujillanos llegados desde diversas partes de España, acudió a venerar a su Virgen y entonaron un himno o gozos que consiguió emocionar vivamente a todos los que estábamos allí.




         A través de estas imágenes, unas realizadas por nosotros y otras de Internet puede apreciarse el aspecto interior de la fortaleza con su amplio pario de armas y los adarves, todos ellos restaurados y en buen estado de conservación.



         Finalizamos recordando que en el castillo se rodaron algunas escenas del séptimo episodio de la séptima temporada de “Juego de Tronos”, en el que representaba la ciudad de Desembarco del Rey ante cuyas murallas formaban los Inmaculados, mientras Jaime Lannister y Bronn les observaban desde lo alto, aprestándose para la defensa.








 

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