domingo, 16 de octubre de 2022

In memoriam. D. Esteban Guilzu Olza

 

         Hace poco más de dos años, dimos noticia en este blog de la cariñosa despedida tributada en la iglesia parroquial de Mallén, el 27 de septiembre de 2020, a D. Esteban Guilzu Olza quien, desde el 2 de mayo de 2004, había desempeñado su ministerio pastoral en esa localidad. Ayer nos llegó la triste noticia de su fallecimiento el pasado viernes, a la edad de 80 años.


         Había nacido en Villaba (Navarra) el 23 de marzo de 1942. Ordenado presbítero en Marcilla el 17 de julio de 1966, fue agustino recoleto, aunque el 15 de septiembre de 1993 llegó a la diócesis de Tarazona, como sacerdote diocesano, teniendo a su cargo las parroquias de Cubel, Aldehuela de Liestos, Abanto y Monterde.

         Fue en Mallén donde permaneció más tiempo, dejando una profunda huella, asociada a importantes realizaciones que le tocó vivir, como el descubrimiento del maravilloso ábside románico que había permanecido embutido en los muros de la actual iglesia, así como la restauración de la excepcional cruz parroquial llevada a cabo por el Instituto del Patrimonio Histórico Español.


Su nombre quedará permanentemente unido a una de las campanas del templo, cuya restauración impulsó. Concretamente, la llamada “Sebastiana Bárbara” que databa de 1828 y que, por encontrarse rajada, fue preciso refundir con la siguiente inscripción: “Año 1828. Sebastiana. Palacio y Sierra me hicieron. Refundida en 2017, siendo Párroco D. Esteban Guilzu Olza”.


         Al mismo tiempo que párroco de Mallén fue encargado de la parroquia de Fréscano y en esta imagen lo vemos, junto a la “Virgen de los Caramelos” en la mañana del Domingo de Pascua, antes de iniciar la procesión que, siguiendo una antigua tradición, traslada a la Virgen desde su ermita a la iglesia parroquial.

         En el momento de su partida hacia la patria celestial, queremos hacer llegar nuestros sentimientos de condolencia a todos sus familiares, compartiendo su dolor y el de los muchos amigos que gozaron de carácter afable durante los muchos años en los que permaneció junto a nosotros.



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