viernes, 28 de octubre de 2022

Mártires de Borja

 

         La parroquia de Santa María y San Bartolomé de Borja ha editado un díptico con una breve síntesis de las biografías de los diferentes mártires nacidos en nuestra ciudad o relacionados con ella, con motivo de la celebración de su memoria litúrgica el próximo domingo. Nos lo ha remitido nuestro párroco D. José María Sánchez Becerril y, seguramente, sorprenderá a quienes no conocían la existencia de algunos de ellos.


         Hasta el momento son cuatro los mártires que ya han sido beatificados, que vamos a enumerar, siguiendo el orden de su beatificación. El primero de ellos es el beato fray Martín de San Nicolás (1598-1618) que, aunque nacido en Tabuenca, tomó el hábito de religioso agustino en el convento de Borja. Quemado vivo en Nagasaki (Japón) el 11 de diciembre de 1632, fue beatificado por San Juan Pablo II, junto con fray Melchor de San Agustín, el 23 de abril de 1989. En Borja tiene dedicada una lápida en el lugar donde estuvo ubicado el convento de agustinos, en la plaza de España.


         El beato Pablo Bori Puig S. J. (1864-1936) había nacido en El Villet de Maldà (Lleida) y en 1891 ingresó en el noviciado que la Compañía de Jesús tenía en Veruela, siendo ya sacerdote. A Borja llegó en 1903 para dirigir unos Ejercicios Espirituales dirigidos a los jóvenes con tanto impacto que, como consecuencia de ellos, fundó el 26 de noviembre de ese año la Congregación Mariana, de la que fue Director durante sus primeros años.

         La guerra civil le sorprendió en Valencia y se refugió en el Asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados pasando por un anciano más, junto con el hermano jesuita Vicente Sales Genovés, pero delatados por otro de los asilados fueron detenidos y fusilados el 29 de septiembre de 1936. Fue beatificado por San Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001, en la plaza de San Pedro de Roma, junto con otras 232 víctimas de la persecución religiosa en la región levantina. 


         El beato Antonio Lasa Vidaurreta (1913-1936) había nacido en Leizu (Navarra), pero su madre, al quedar viuda, se trasladó a vivir a Borja, con todos sus hermanos y en nuestra ciudad hay todavía descendientes de ellos. Ingresó como postulante en la Congregación de Hijos del Inmaculado Corazón de María (Misioneros Claretianos) y, en 1936, estaba cursando Teología en la casa que la congregación tenía en Ciudad Real. Expulsados de la misma y con la aparente promesa de que pudieran trasladarse a Madrid, al llegar a Fernán Caballero, la primera estación del trayecto, fueron brutalmente asesinados en los andenes de la misma. Tenía 23 años y fue beatificado en Tarragona el 13 de octubre de 2013, con otros 522 mártires del siglo XX en España.


         La beata Carmen (Isabel) Lacaba Andía (1882-1936) era natural de Borja y había ingresado como religiosa concepcionista en Madrid, el 3 de noviembre de 1902. En 1935 fue elegida superiora del convento de San José, situado en la calle Sagasti de la capital de España. En julio de 1936 tuvieron que abandonarlo y, aunque pudo salvarse, decidió permanecer con otras religiosas enfermas en un piso de la calle Manuel Silvela, del que fueron sacadas, con extrema violencia, en la tarde del 7 de noviembre de 1936, por milicianos armados y asesinadas, poco después, en una plaza de Madrid. Fue beatificada, junto con otras religiosas concepcionistas en la catedral de la Almudena de Madrid el 22 de junio de 2019, en una solemne ceremonia en la que estuvo presente una importante representación borjana.


         En el díptico que estamos comentando se menciona a otros tres mártires que tienen incoado el proceso de beatificación, sin que hayan sido declarados hasta el momento beatos, aunque tienen la consideración de “Siervos de Dios”.

         El primero de ellos es el P. Jesús Ballesta Tejero S.I. (1903-1936) que, aunque nació en el monasterio de Veruela, sus padres y sus hermanos eran de Borja. Él fue bautizado en Vera de Moncayo ya que, en esos momentos, sus padres regentaban la hospedería del monasterio.  Educado por los jesuitas, ingresó en la Compañía de Jesús, siendo ordenado sacerdote en 1932, en Holanda. Dedicado a la pastoral obrera, en 1936 se encontraba en Madrid, donde fue detenido el 8 de agosto de 1936 y conducido a la checa Linneo. Allí fue torturado y, posteriormente, asesinado en la noche de ese mismo día en la pradera de San Isidro. El 16 de diciembre de 1942 fue incoado su proceso de beatificación en la diócesis de Madrid-Alcalá. Concluido el 4 de febrero de 1943, fue remitido a Roma donde aún está pendiente de resolución junto al de otros jesuitas.


De quien no tenemos fotografías es del P. Mariano Tabuenca Laborda (1875-1936), sacerdote escolapio, que había nacido en Borja. Tras cursar los estudios primarios en nuestra ciudad, marchó a Barbastro, bajo la tutela de su tío el P. Manuel Laborda Domínguez, también escolapio. En el seminario de las Escuelas Pías de Peralta de la Sal ingresó en 1889, siendo ordenado sacerdote en Jaca, en 1899. Todo su ministerio lo desarrolló en el colegio que los escolapios tenían en Barbastro. Llegó allí con 22 años y se hizo cargo de la formación de sucesivas generaciones de jóvenes, a los que impartió Historia, Literatura, Geografía, Derecho y de manera especial Latín, disciplina de la que fue un excelente profesor. Al comienzo de la Guerra Civil era el segundo más anciano de la comunidad y estaba enfermo,  a pesar de lo cual fue detenido el 19 de julio de 1936, siendo fusilado por un antiguo alumno suyo al que reconoció. Junto con otros 110 mártires fue incoado su proceso de beatificación en 2001, estando pendiente de resolución.


     De D. César Manero Zaro (1874-1936), natural de Borja, nos hemos ocupado recientemente en este blog porque, siendo párroco de Santa María la Mayor de Alcalá de Henares, fue quien salvo el libro en el que consta el bautismo de Miguel de Cervantes, siendo asesinado brutalmente, nada más poner ese documento en manos de quienes lo conservaron.

         En 2016, el obispo de Alcalá, incoó la causa de su beatificación, junto con otras 43 personas: sacerdotes diocesanos, religiosos y laicos. Finalizada la fase diocesana de la causa en 2019, fue elevada a Roma, donde está a la espera de su aprobación definitiva.


         Finalmente, en el díptico de la parroquia se menciona a tres religiosas terciarias franciscanas, nacidas en Borja: Sor Rosa del Patrocinio de San José Domínguez Irache (1887-1936), su hermana Sor Teresa del Niño Jesús Domínguez Irache (1900-1936) y Sor Ángeles Aguarón Tabuenca (1894-1936). Las dos primeras eran hijas de un Guardia Civil que estuvo destinado en nuestra ciudad, donde nació la primera, mientras que la segunda vino al mundo en Sos del Rey Católico, en cuyo cuartel estuvo el padre algún tiempo. Sor Ángeles nació en Borja pero, con 19 años, al quedar huérfana de padre marchó a Tarazona de donde salió para ingresar en el convento de Santa María de la Cruz de Cubas de la Sagra (Madrid). Allí estuvieron las tres hasta que fueron desalojadas por milicianos armados y enviadas a Madrid. Alojadas en la casa de un tío, el borjano D. Antonio Irache, situado en la calle Castelló, donde fueron detenidas el 18 de octubre de 1936, siendo trasladadas a una checa, sin que volvieran a tenerse noticias suyas. No ha sido incoado el proceso de beatificación.

         Hermosa iniciativa de la parroquia al recordar a estos mártires que dieron su vida por la Fe, perdonando a quienes les asesinaron.












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