sábado, 22 de octubre de 2022

El silbo gomero y otros idiomas

 

         Ya comentamos la sorpresa que había producido la convocatoria de un concurso literario en Ambel, al que podían presentarse obras “escritas en castellano o en cualquiera de las 17 lenguas que se hablan en el territorio español”, cuya relación se ofrecía en las bases. Pero, en el “territorio español” se hablan en la actualidad muchas más lenguas, las que han traído con ellos los inmigrantes procedentes de los más diversos lugares.

         Pero el que, entre ellas, incluyeran al “silbo gomero” era lo más llamativo ya que no puede afirmarse con propiedad que “se hable” y, desde luego, no se escribe, por lo que resulta imposible enviar a Ambel un relato escrito en silbo gomero.

         Aunque muchos de nuestros lectores conocen este lenguaje que fue inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO en 2009, vamos a recordar en qué consiste.


         La especial orografía montañosa de la isla de la Gomera propició que sus antiguos pobladores guanches inventaran un sistema para comunicarse a distancia entre los valles, mediante un código de silbidos, aunque también fue utilizado en otras islas canarias. 



         Tras la conquista del archipiélago y de esta isla en particular, los nuevos pobladores adoptaron este procedimiento, aunque adaptándolo al idioma castellano, pues el de los guanches había desaparecido.

         Los investigadores que se han ocupado de esta cuestión siguen manteniendo opiniones contrapuestas acerca de si, realmente, se trata de un idioma o de la adaptación del castellano mediante un peculiar sistema de comunicación en el que vocales y consonantes son reemplazadas por diferentes silbidos, aunque tanto el número de unas como de otros es muy reducido.



         Utilizado fundamentalmente por pastores, su uso comenzó a decaer con la llegada de nuevos medios de comunicación y con el notable descenso de ganadería extensiva, por lo que se encontraba en trance de desaparecer y su uso circunscrito a personas nacidas antes de 1950.

         Por ese motivo, el Gobierno de Canarias impulsó una serie de medidas destinadas a su protección, como la declaración de Patrimonio Etnográfico en 1999. Aunque la más importante fue su introducción en el sistema educativo como una asignatura más, por lo que los niños actuales lo aprenden en los colegios.


     Pero, como no se escribe, este niño gomero está preparando su contribución al concurso de Ambel, con la esperanza de que admitan su relato silbado, a través del teléfono, uniendo de esa forma las nuevas tecnologías con las antiguas.






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