El pasado domingo, por la tarde, viajamos hasta Luceni para asistir al concierto que, dentro del Festival de la Ribera Alta del Ebro, ofrecía “El mantel de Noa”, en la iglesia parroquial de la Purificación de Nuestra Señora.
Se trata de un monumento de gran interés, cuyas características no se pueden intuir a través de su aspecto externo, dado que el mismo responde a reformas posteriores, casi contemporáneas. El concierto contó con la presencia de un elevado número de personas que, en un momento determinado, superaban las 170.
Fue presentado por el Director del
Festival, D. Carlos García Bonal que, como viene siendo habitual estuvo atento
a todos los detalles, con la ayuda inestimable de toda su familia.
Seguidamente, D. Derry Holgado Bernabeu,
colaborador de “Territorio Mudéjar” ofreció una breve síntesis de la historia
del municipio y de la arquitectura y arte de este templo al que dedicaremos un
próximo artículo.
Pilar
Gonzalvo y Miguel Ángel Fraile son los geniales integrantes de esa formación
musical que llevan el nombre de “El Mantel de Noa”, una de cuyas características
es la utilización de un variado repertorio de instrumentos. Pilar domina el arpa
irlandesa y el acordeón diatónico, mientras que Miguel Ángel sorprende al
público con algunos instrumentos poco conocidos: Tin y Low Whistile, Uilleann
Pipe, Gaita de Boto, Duduk, Clarduk, y Gayda Búlgara.
Fue, en cierta medida, un concierto didáctico
pues, tanto Pilar como Miguel Ángel, fueron explicando el origen y características
de los instrumentos como los temas elegidos, que procedían de diferentes países.
Sus bellísimas interpretaciones tuvieron un carácter intimista que, una persona sentada a nuestro lado calificaba de “delicado”.
Grandes aplausos rubricaron su
actuación, al igual que fue calurosamente ovacionado D. Carlos García Bonal
cuando Miguel Ángel Fraile destacó la gran labor que está realizando al frente
de este festival que puede ser considerado modélico.
Entre los asistentes al concierto se
encontraba el Párroco de Luceni D. Antonio Lasheras Lafuente, al que
agradecieron su colaboración, así como al Ayuntamiento de la localidad y a
todos los que hicieron posible este destacado acto cultural.
Al finalizar, con la torre de la
iglesia ya iluminada, los asistentes pudieron degustar una muestra de la
repostería local, acompañada por un buen vino dulce.
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