Una de las mayores sorpresas, durante nuestro recorrido por las calles de Campo Maior, fue la visita a la Capela dos Ossos (Capilla de los Huesos), ubicada en un edificio, junto a la Iglesia de Nossa Senhora da Espectação, cuyo aspecto exterior no da idea de lo que se encuentra en su interior.
La iglesia de Nossa Senhora da Expectação es la Iglesia
Matriz de la Villa y fue edificada entre 1570 y en 1646, viniendo a sustituir a
la antigua iglesia matriz, dedicada a Santa Clara y ubicada en el interior del
castillo. Pudimos visitar su interior, en el que las bóvedas se alzan sobre
columnas cuadrangulares, constituyendo un conjunto sobrio, ejemplo de la
arquitectura manierista.
Pero lo que atrae la atención de los
visitantes es la contigua “Capela dos ossos” edificada en 1766, para acoger los
restos de las numerosas víctimas de la explosión de un polvorín en 1732.
Acaeció en la noche del 16 de septiembre
de 1732 cuando, en el transcurso de una tormenta, un rayo provocó la explosión
de un polvorín situado en la torre del homenaje del castillo. La gran cantidad
de pólvora y municiones allí depositadas estallaron con la terrible
consecuencia de ocasionar la destrucción de las dos terceras partes de la
población y la muerte de numerosas personas.
Con los huesos de muchas de esas
víctimas fue “decorado” el interior de la capilla, a imagen de otras similares
que existen en diversos lugares del mundo, la más cercana de las cuales está en
Évora.
La tétrica imagen que ofrecen pretende
incitar a una reflexión sobre la fugacidad de la vida y así lo recuerda la
cartela situada bajo uno de los esqueletos: “Nuestros huesos que aquí estamos,
por los vuestros esperamos. Dad una limosna a las almas, por el amor de Dios”.
En las dependencias situadas en el entorno
de la capilla se ofrecen detalles de la catástrofe y del propio edificio, pudiendo
contemplarse “in situ” algunos enterramientos.
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