La Semana Santa de Borja tiene el día de Viernes Santo su
eje central en el llamado “Entierro de Cristo”, en torno al cual se desarrollan
una serie de ceremonias de gran interés, razón por la cual, hace ya unos años, el
Centro de Estudios Borjanos elevó una moción al M. I. Ayuntamiento proponiendo,
junto con el Rosario de Cristal, que fuera declarado de “Interés Turístico”. Al
final, sólo de tramitó la declaración del Rosario, quedando pendiente la del
Entierro de Cristo que sería necesario retomar.
Uno de los actos asociados al mismo, es el del Pregón, cuya
comitiva parte de la colegiata de Santa María a primeras horas de la tarde.
Precedida por un macero y la bandera negra del Entierro de
Cristo, que porta la cofradía de San Bartolomé, la encabeza la Banda de Cornetas, Tambores y Bombos de la cofradía de
San Juan Evangelista.
Participan en ella representantes de todas las
cofradías borjanas, pero el protagonismo corresponde a la cofradía de las
Almas, con su pendón, que es la única que todavía viste las túnicas negras con
terceroles y cordón franciscano que, hasta la creación de la cofradía de San
Juan Evangelista, era el único hábito permitido en el Entierro de Cristo.
El objetivo del pregón es el de convocar a los fieles a la
ceremonia que, más tarde, tendrá lugar. Y lo hace, a toque de corneta y redoble
de tambor, por medio del canto del mismo, seguido del rezo de un Padrenuestro.
El pregón se repite en todas las plazas de la ciudad, antes de
retornar a la colegiata por la puerta del claustro, siendo seguido con un
respetuoso silencio por las personas que acuden a presenciarlo.
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