El pilar de la Santísima Trinidad se encuentra situado,
junto al antiguo trazado de la N-122, a la entrada de Magallón. Como informamos
el pasado 10 de octubre el Ayuntamiento de esa localidad había iniciado las
obras de restauración del mismo, como anteriormente lo había hecho con el pilar
de la Corona. Al inicio de esta crisis, la restauración estaba prácticamente
concluida y, aunque las obras han quedado interrumpidas, Pedro Domínguez
Barrios nos ha enviado imágenes de todo el proceso destacando la ejemplaridad
de la intervención.
Comenzaron
con la eliminación que ocultaba buena parte del pilar (aligustre de la
carretera y pinos), continuando con la limpieza de los paramentos de sillería y
desmonte de terreno para descubrir la primera grada oculta bajo este.
Una
vez descubierto y limpio en su totalidad, (objetivo inicial de la restauración)
apareció a la vista la cota base del terreno, aproximadamente 0,50 metros por
debajo del nivel de la carretera, ya que ésta con el tiempo y fuera ya del
casco urbano, se había ido recreciendo con sucesivas capas de firme.
Este
desnivel además de volver a ocultar parte del pilar (al menos desde lejos)
planteaba un serio problema: el desagüe de la base del pilar, ya que quedaba
considerablemente por debajo de la carretera y de una acequia aledaña, por lo
que no había otra solución para resolver el problema que el bombeo de aguas
pluviales o la ejecución de un pozo ciego para las mismas.
Pero,
atendiendo al mal estado de los morteros del basamento así como la falta de
alguna piedra de las gradas, se optó por desmontar el pilar piedra a piedra
para su posterior reinstalación.
Este proceso se llevó a cabo previa numeración
de los sillares según su posición y posterior acopio ordenado sobre palés de
madera.
Seguidamente
se procedió a terraplenar el nivel original del pilar hasta alcanzar la cota de
la carretera, y se comenzó a ejecutar una losa de cimentación, sobre la cual se
montaron las gradas, con el orden marcado por la numeración de desmonte.
Conforme
se fueron montando las gradas, se conformó en el interior un núcleo de
hormigón, que además de arriostrarlas, volvía a servir de cimentación para el
fuste del pilar, el cual aunque en la actualidad está formado por dos piezas a
junta quebrada, originalmente era una sola, ya que fue partido por la colisión
de un camión, hace ya tiempo.
Reinstalado
el pilar y pintada la cruz de remate con la pintura apropiada para la forja,
queda únicamente para concluir la obra la pavimentación parcial del nuevo
firme, en derredor del pilar, para la cual se ha elegido un adoquín muy
apropiado, así como la instalación de los puntos de luz nocturna, para los
cuales están ya preparadas las tomas de corriente.
Pedro
Domínguez ha querido destacar la atención que el Ayuntamiento de Magallón viene
prestando al Patrimonio Cultural de la villa y el rigor de sus actuaciones que,
en este caso, se ha decantado por la opción más costosa, realizada además con esmero y cuidado, lo que ha permitido dejar al
pilar cimentado, reforzado interiormente, y elevado sobre el terreno, gracia a
lo cual ha recobrado toda su magnificencia original.
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