La ermita del Sepulcro, muy bien restaurada ahora, es el
lugar donde tradicionalmente se celebra el último acto de la Semana Santa
borjana: La Salve Galana. El sentido del mismo es el de felicitar a la Virgen
en el día de la Resurrección de su Hijo.
En el interior de la ermita se conservaba una obra de
singular importancia, el Cristo yacente que Gregorio de Mesa realizó en
terracota a comienzos del siglo XVIII. Junto a él, otra imagen de la Virgen de
los Dolores, en este caso de las llamadas “de vestir”.
Comoquiera que la ermita ha sufrido varios robos, a lo largo
del tiempo, la imagen de Cristo fue llevada al Museo de la Colegiata y, en su
lugar, se dispuso allí un vaciado de la misma.
El acto congrega en la tarde de este domingo a un buen
número de personas que, tras una breve monición, a cargo del sacerdote que
preside, entonan esa Salve que, antiguamente, cantaban los niños de la capilla
de Música de la colegiata.
Después pasan a venerar la imagen poniendo fin, de esta
sencilla forma a una Semana Santa que este año no hemos podido celebrar de la
manera habitual pero de la que, a través de este blog, hemos intentado
transmitir sus aspectos más destacados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario