Hablábamos ayer de las actividades realizadas en el Centro
de Interpretación del valle del Huecha en Albeta y, entre ellas, de una
orientada a suscitar el amor hacia los árboles entre los pequeños.
A la colocación de estrellas en torno a algunos de la
localidad, vino a sumarse otra en la que los niños disfrutaron mucho. Primero
con las explicaciones de Dª. Eva Frago sobre los anillos que se aprecian al
cortar su tronco, lo que permite conocer su edad y otros datos de su “biografía”,
como las épocas de sequía o si han sobrevivido a un incendio.
Se les explicó los animales que viven alrededor de ellos,
simulando el silbido del búho con un instrumento de madera, o el sonido del
agua con otro realizado con semillas secas.
Después, se pusieron manos a la obra para representar un árbol
en la puerta de la biblioteca. Un árbol realizado con los sentidos, para que
desarrollaran su creatividad, imaginación y sensibilidad hacia la Naturaleza.
Las hojas eran la impronta de las manos de los niños con
pintura y con la ayuda de sus madres decoraron el tronco con tiras de papel.
Poco a poco, el trabajo fue cobrando forma con la
participación de todos, en medio de un ambiente festivo.
Este fue el resultado final del trabajo realizado: Un árbol
precioso en el que nada faltaba.
Ante él posaron satisfechos los pequeños artistas que, antes
de partir, aún tuvieron que enfrentarse al reto de encontrar el “Toro de Oro”
que constituye el colofón final de todas las actividades del Centro de
Interpretación.
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