lunes, 27 de enero de 2020

Robo en la ermita del Sepulcro en 1892


         La ermita del Sepulcro de Borja ha sido objeto de varios robos en el transcurso de su existencia. Uno de ellos acaeció en enero de 1892. Teníamos noticia de él, a través de una breve referencia que Rafael García incluyó en su obra Datos cronológicos para la historia de la M. N. M. L. y F. ciudad de Borja.

         En el apéndice dedicado a esa ermita señalaba: “Por el año 1892 fueron robados dos o tres lienzos de escaso valor que representaban escenas de la Pasión, a cuyo efecto los ladrones abrieron un boquete por la pared interior del corralito que da al camino”.




         Ahora, gracias a las facilidades que ofrece el buscador del Diario del Alto Aragón, hemos podido acceder a la edición del 14 de enero de 1892 de El Diario de Huesca, en cuya página 4 se reproduce la requisitoria publicada el día anterior en el Boletín Oficial de la Provincia:
         “Orden de busca y detención de las personas en cuyo poder se encuentren, si se consideran autores o cómplices de su robo, los lienzos sustraídos de una ermita de Borja, que se detallan a continuación:
         Seis lienzos apaisados, representando escenas de la Pasión del Señor, cuyas dimensiones son de unos dos metros de anchura por uno de alto; un lienzo de unos 772 milímetros, con el retrato de D. Bernardo Polo, fundador de la ermita; y tres lienzos más pequeños que no se recuerdan sus asuntos, pero refiérense a actos religiosos”.

         La noticia es importante, dado que las consecuencias del robo fueron mayores que las citadas por Rafael García. Por un lado no eran “dos o tres” los cuadros que se llevaron los ladrones, sino seis lienzos de considerables dimensiones (2x1 metros) con escenas de la Pasión, que debían cubrir todas las paredes de la ermita. Junto con ellos otros tres cuya temática no supieron describir en Borja (escasa atención prestaban a nuestro patrimonio) y lo más significativo era la desaparición del retrato de Bernardo Polo, el fundador de la ermita que, ahora, tendría un interés muy especial.



         Bernardo Polo, que era un modesto sastre del cabildo de la colegiata, además de impulsar la construcción de la ermita fue quien encargó a Gregorio de Mesa la imagen de terracota de Cristo yacente que allí se veneraba. El Dr. Aguilera ya había encontrado en antiguos inventarios, referencias a ese retrato cuyo triste final hemos conocido ahora.



         Como hemos comentado no fue el único robo perpetrado allí. En nuestra época desaparecieron otras obras de Arte que allí se colocaron para reemplazar a las sustraídas en 1892 y también las molduras de madera dorada que orlaban el camarín.



         De ahí, que se tomara la decisión de retirar todos los objetos de valor, entre ellos la imagen de Cristo que actualmente se muestra en el Museo de la Colegiata, donde constituye una de las obras de mayor interés.





         Todo lo que, actualmente, hay en la ermita son reproducciones fotográficas y un vaciado del Cristo, dado que es objeto de especial veneración en la tarde del Domingo de Resurrección, con ocasión de la tradicional Salve Galana.
         Queremos destacar la importancia que tiene la consulta de la prensa regional como fuente de información. En nuestro caso, hemos encontrado, consultando la página citada otras muchas noticias de interés que iremos dando a conocer.

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