Está a punto de concluir la remodelación del espacio situado en la calle de San Jaime que se ha dado en llamar “Jardín de las Tres Culturas”, una interesante iniciativa del M. I. Ayuntamiento que ayer tuvimos la oportunidad de visitar.
En este blog hemos hecho alusión, en varias
ocasiones, al proyecto impulsado en el marco de “Aragón Sefarad” que tenía como
eje la denominada “plaza de las Tres Culturas” cuyo elemento más representativo
era un monumento, obra del escultor zaragozano Alberto Gómez Ascaso, cuyo
boceto en bronce se conservó muchos años en el despacho de la Alcaldía.
Aquella iniciativa, que llegó a contar
con una importante subvención, incluía la creación de un Centro de
Interpretación de la Judería borjana en la planta superior de la Casa de las Conchas,
al que se accedería desde esa plaza; así como otro dedicado a la cultura islámica
que iba a ubicarse en una casa de la calle San Jaime, que terminó siendo derribada.
A pesar del interés de la propuesta
nada se hizo, por lo que es digno de ser resaltado el que haya sido retomada
ahora, aunque con características diferentes.
En esta ocasión, el motivo principal es
este mural, financiado por la comarca de Campo de Borja, dentro del plan
impulsado para la creación de obras similares en diferentes municipios.
Nos ha gustado, tanto por el dibujo
como por el colorido. El emplazamiento también es muy adecuado, pues no es
fácil insertar murales de este tipo en un casco histórico, protegido por su declaración
como “Bien de Interés Cultural”. No hemos encontrado la firma del autor, al que
sin embargo felicitamos por su realización.
En torno a la plaza se han colocado
unos bancos con motivos decorativos que hacen referencia a las tres culturas:
cristiana, islámica y judía, así como un rótulo en los tres idiomas.
Asimismo, han sido creados unos
espacios ajardinados, de fácil mantenimiento, dado que predomina la gravilla
que lo recubre.
Pero lo que causa malestar es que haya
personas que no duden en arrojar desperdicios en ellos, dando muestra de una total
falta de civismo. Quizás también hubiera sido conveniente borrar pintadas que
parecen anteriores a la creación de los jardines.
Se ha actuado también en las escaleras
que conducen a la calle de San Juan Alta, y a la plaza de Ntra. Sra. de la
Peana, salvando el gran desnivel existente. Hemos visto que se han puesto plantas
trepadoras, con la esperanza de que cubran el muro. Pero, allí hemos encontrado
otras muestras de incivismo.
Finalmente, en la parte inferior se han
plantado cipreses y trepadoras pues es allí donde la pintura del muro está más
deteriorada como consecuencia de las filtraciones de agua que se producen en
esa zona, donde por otra parte existe una bodega que fue tapada por el muro de
hormigón, donde ya había agua.
En resumen, interesante actuación que
dignifica un espacio urbano con mayor acierto que en otros lugares próximos.
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