El Prof. D. Miguel Ángel Motis Dolader es, sin duda, uno de los mayores expertos en judaísmo y ha estudiado todas las juderías de nuestra zona. Tras conseguir el Premio “Juan de Coloma” por su primera aproximación a la de Borja, en 2003 publicó en Cuadernos de Estudios Borjanos XLVI una actualización de los datos recabados sobre la misma, deshaciendo algunos errores difundidos hasta entonces.
La judería borjana se encontraba en el
interior del Cinto que, en realidad, era una alcazaba, protegida por murallas y
con un único acceso. Allí la comunidad judía quedaba bajo la protección real, a
cambio de contribuir al mantenimiento y reparación de la muralla.
Allí estaba la sinagoga,
la cual el Prof. Motis dio a conocer en el artículo mencionado que resultó
destruida durante la guerra de los Dos Pedros, como otros edificios borjanos,
tras la ocupación castellana.
Ahora, se ha puesto en contacto con nosotros
para comunicarnos el hallazgo de un documento en el que se señala que la
sinagoga fue construida en 1386, “prop lo Castell de la dieta Vila”.
Evidentemente, se trata de la reconstrucción de la anterior que ya aparece mencionada
en el siglo XIII y, respecto a su ubicación, no cabe duda de que estaba junto
al castillo.
En el lugar señalado con una flecha en
la fotografía anterior apareció la inscripción hebráica que se conserva en el
Museo Arqueológico de Borja, tras la restauración sufragada por el Centro de
Estudios Borjanos.
En esta inscripción declarada “Bien
Inventariado del Patrimonio Cultural Aragonés” se hace referencia al lugar que ocupaba
un físico (médico) apellidado Axivilí, que algunos han interpretado que era el
de la sinagoga, aunque otros se decantan por su domicilio.
El Prof. Motis sugiere que esa sinagoga estaba cerca del aljibe,
otra de las construcciones importantes que existieron en el Cinto y a la que,
recientemente, nos hemos referido, al comentar el artículo de Carmen Rosario
Torrejón, publicado en el número XXXI de la revista Aragón en la Edad Media,
con el título “La reina María de Castilla y el patronazgo espiritual en Aragón
bajo las directrices de la Observancia”, en el que, al hacer referencia a las
obras de construcción de la iglesia de Magallón (anterior a la actual) se
menciona al “maestro que faze la obra del aljub de nuestro Castillo de Borja”, a
mediados del siglo XV.
Los fustes y capiteles que se prodigan en el Cinto, reaprovechados
en algunos casos, pueden guardar relación tanto con la sinagoga como con el
aljibe. En cualquier caso, una excavación arqueológica en esa zona vendría a
dar respuesta a todos los interrogantes planteados.
Otro dato que nos ha aportado el Prof.
Motis es el de que “la casa de Samuel Benacan se sitúa en la judería de fuera,
llamada judería de Basenta y confronta con casas de Abraham Hallar y Jento de
Arahony”.
El crecimiento de la comunidad judía vino
a desbordar la capacidad de la alcazaba, a pesar de que fueron construidas
casas “colgantes” o voladas, de las que han quedado sus machones.
Por eso fue preciso construir nuevas viviendas
en la llamada “senda de Basenta”, la actual costera de San Pedro (calle Mateo
Sánchez) por la que se ascendía al castillo. Ahora, por el dato del Prof. Motis
podemos saber que se consideraba como “judería de fuera”, en contraposición a
la de adentro, del interior del Cinto.
Una sorprendente muestra de urbanismo
conservada es la calle de Trébedes que, en realidad era un espacio creado para
que las casas de los judíos no estuvieran adosadas a las de los cristianos.
Es tan importante esta muestra de
urbanismo medieval que fue utilizada como portada en la Guía del Aragón
Judío, editada por el Gobierno de Aragón. Lamentablemente, su estado actual
dista mucho del original, a pesar de los reiterados llamamientos que hemos
efectuado para su rehabilitación, así como para la recuperación de su
comunicación con la calle de San Juan Alta, inexplicablemente tapada por la
fachada de un edificio allí existente.
Como vemos, ahora que se pretende reivindicar
esas tres Culturas que coexistieron en nuestra ciudad, queda mucho por hacer en
la recuperación de los restos más importantes que una y otra nos han dejado.
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