Una de las ventajas de llegar temprano
al Centro es la de poder disfrutar, desde la Casa de Aguilar, de unos preciosos
amaneceres como el de ayer, cuando el sol se levanta entre las torres de Santa
María, tiñendo el cielo con rojos celajes a los que la fotografía no hace
justicia, pues vistos al natural son mucho más bonitos.
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