Alojamientos de lujo en Borja

 

         Ayer, estuvo en Borja el prestigioso arquitecto D. Carlos Clemente San Román, al que acompañaba la también arquitecta Dª. Audrey Salaverría Galván, el restaurador D. Ramón Cano Pico y el decorador D. Gustavo Montoya Fernández.

         Visitaron, en primer lugar, la Casa de Aguilar, donde nos explicaron que el motivo de su desplazamiento a nuestra ciudad guarda relación con un importante proyecto que se pretende poner en marcha: la transformación del palacio de San Gil en alojamiento de lujo.

         El palacio de San Gil, por sus características arquitectónicas y sus dimensiones, es uno de los principales monumentos de Borja. Desde que dejó ser utilizado como residencia habitual por la familia, se han planteado diversas alternativas para evitar su pérdida, dado que un edificio sin uso, es siempre objeto de un rápido deterioro.

         Fracasadas todas las propuestas, su propietario pretende ahora su transformación en alojamiento de lujo, un proyecto que sería acometido en varias fases, comenzando por la habilitación de la planta noble.

         A través de la magnífica escalera principal, se accedería a la citada planta, donde el equipo de arquitectos que estudia las soluciones más adecuadas, ha sugerido la posibilidad de adecuar tres apartamentos de lujo, abiertos a posibles clientes que disfrutarían de instalaciones comunes y de las zonas a cada uno reservadas, con la decoración y el antiguo mobiliario.

         Durante todo el día estuvieron efectuando las mediciones necesarias para la elaboración del correspondiente proyecto, en compañía de técnicos locales y, el próximo sábado D. Carlos Clemente regresará a Borja, dado que pretenden impulsar otro proyecto de transformación de otro palacio en alojamientos de alta gama. En este caso, en la plaza del Mercado. Ojalá que todos estos proyectos lleguen a materializarse pues, unidos a las rehabilitaciones de los palacios de Navascués, González de Castejón y Nogués, podrían suponer un extraordinario revulsivo para el patrimonio cultural de nuestra ciudad, merced a la iniciativa privada.