viernes, 18 de noviembre de 2022

Información a través de antiguas fotografías

 

         D. Manuel Giménez Aperte nos ha entregado unos antiguos negativos fotográficos que un destacado colaborador del Centro ha positivado. La mayor parte de las imágenes carecen de interés, por estar desenfocadas o por reflejar aspectos puramente personales. Sin embargo, nunca puede despreciarse el interés que ofrecen algunas de ellas.

         Este es el caso de la fotografía que muestra a este grupo de jóvenes, junto a la fuente de la plaza de España. Tras ella, aparece (marcada con una flecha) la caseta en la que estaba instalada una tómbola benéfica, a la que nos referíamos en un reportaje sobre la Feria de Borja publicado el pasado mes de septiembre.

         Esa caseta como otras que se alquilaban para la feria eran de madera y, por toda cubierta, tenían una lona que, en caso de lluvia, no sabemos si ofrecía la protección suficiente. En el frente de la caseta se adivina el rótulo “Tómbola”, flanqueado por dos banderas.

         La tómbola se instaló más tarde en el local que hoy ocupa el Bar Montesol, que estuvo desocupado muchos años y cerrado con un tabique enlucido, que había que derribar, cada año, para instalar la tómbola en la que se sorteaban regalos donados por particulares que aprovechaban la ocasión para desprenderse de lo que les sobraba en sus casas, algo así como los actuales “rastrillos”.


         Entre las fotografías ha aparecido también esta otra, un tanto inquietante, pues muestra un local abandonado y con los cristales rotos ante el que posa un varón. Sobre la puerta el rótulo “Farmacia del Licenciado Pelayo León” y, para añadir más misterio, por los cristales del balcón se adivina la imagen de otro hombre.

         Es evidente que la foto no había sido realizada en Borja, dado que aquí nunca hubo una farmacia a nombre de esa persona. Sin embargo, hemos logrado saber, a través de una información publicada en el diario La Rioja de 13 de julio de 1909, que, tras pasar la preceptiva inspección municipal, se había autorizado a “nuestro amigo y paisano” D. Pelayo León una farmacia en Alfaro.

         Se trataba de D. Silverio Pelayo León Vizmanos que, a tenor de lo señalado en la información periodística, era natural de esa localidad, donde desempeñó la plaza de farmacéutico titular. Pero, muchos años después, el Ayuntamiento de Alfaro, con fecha de 15 de marzo de 1937, lo destituyó y el abrió expediente, en aplicación del Decreto nº 108 (de 13 de septiembre de 1936) de la Presidencia de la Junta de Defensa Nacional acerca de las sanciones impuestas a entidades y personas afines al Frente Popular.

         D. Pelayo León interpuso recurso ante el “Gobierno General de Valladolid” el 7 de abril de 1937, que le fue desestimado el 11 de agosto de ese mismo año, sin que hayamos podido conocer el fin de ese farmacéutico, cuya farmacia ofrecía el aspecto de abandono que muestra la foto, probablemente tomada a mediados del siglo pasado.



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