domingo, 10 de marzo de 2024

Antiguas fotos de la ermita del Sepulcro

         En 1988, la Delegación en Zaragoza del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón publicó la obra Borja. Arquitectura y evolución urbana, de la que eran autores Carlos Bressel Echeverría, Concha Lomba Serrano y Ricardo Marco Fraile, todos ellos relacionados, de una u otra forma, con nuestra ciudad.

         Ahora, Ricardo Marco acaba de entregarnos algunas de las fotografías, esquemas y planos que aparecían en este libro que, por el momento, constituye el mejor inventario de los edificios monumentales de nuestra ciudad, varios de los cuales están en trance de desaparecer, aunque otros han experimentado cambios sustanciales. Basta fijarse en la portada de esta obra de referencia para ver el aspecto que presentaba el actual Museo de la Colegiata.


         Hoy queremos analizar los cambios que se han operado en la ermita del Sepulcro, de la que conservamos esta antigua foto (que no aparece en el libro), en la que, con flechas rojas, hemos señalado los pináculos existentes en la parte anterior de su cubierta, el central más alto y rematado con una cruz.

         Con una flecha verde aparece señalada la casa del ermitaño, una construcción anexa con una chimenea de cierta altura y cuyo muro anterior coincidía con el primer contrafuerte de la ermita. Terminó siendo derribada.

 

         Esta es una de las imágenes del libro. En ella llama la atención la desaparición del pináculo central (flecha roja) y un muro (flecha verde) construido por delante de la vivienda que antes comentamos y cuya finalidad no conocemos.

 


         Como puede apreciarse en estas otras fotografías el estado de la ermita era deplorable, con la cubierta sumamente deteriorada y la perdida del revoque de sus paredes.

 


         Así quedó la ermita, tras la restauración llevada a cabo en 2018, la cual supuso una inversión de 88.000 euros, de los que 28.000 procedían del Plan de Rehabilitación de Bienes Inmuebles de titularidad municipal, de la Diputación Provincial de Zaragoza, y el resto fueron aportados por el Ayuntamiento de Borja, incluyendo la brigada de obras que realizó los trabajos.


 

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