lunes, 18 de marzo de 2024

Artículo del doctor Aguilera en “Imafronte”

 

         Imafronte es una revista que edita la Universidad de Murcia, de la que acaba de aparecer el número 31, correspondiente a 2024, la cual puede ser descargada en este enlace. El interés de este ejemplar radica en el hecho de que, en el mismo, se incluye un importante trabajo del Dr. D. Alberto Aguilera Hernández, investigador principal de nuestro Centro.


         El artículo lleva por título “Los Lacasa: Una saga de escultores aragoneses del siglo XVIII” y, en el mismo, realiza aportaciones de sumo interés acerca de las obras atribuidas, en principio, a Simón Diego Lacasa Castro, bautizado en la parroquia de San Miguel de Borja, el 28 de octubre de 1708.


         Hasta ahora, era la imagen titular de la parroquia en la que fue bautizado, la obra principal que le había sido atribuida. Se sabía que fue realizada hacia 1730, por lo que la calidad de su ejecución sorprendía en un artista que, por entonces, tenía 22 años y residía en Huesca.

 

         Pero el Dr. Aguilera ha podido documentar otras obras en las que intervino un Diego Lacasa, entre las que se encuentra el retablo de San Miguel del Santuario de Misericordia, pero también el actual retablo de San Esteban de la colegiata de Santa María.

 

         De 1720 es el acuerdo de los cofrades de la cofradía de San Nicolás de Bari, para retocar las andas y la efigie del Santo (que es del escultor zaragozano Martín Escudero).

 

         Otro encargo, en este caso de 1724, fue el de la peana de nuestra Patrona a la que Lacasa le colocó los ojos de cristal que ahora tiene.

         La cronología de todas estas obras hace inviable el que puedan ser atribuidas al escultor Simón Diego Lacasa, nacido en 1704, por lo que el Dr. Aguilera sugiere la posibilidad de buena parte de ellas fueran realizadas por su padre, llamado Diego Lacasa y también escultor.

         Del hijo sabemos y así lo dimos a conocer en este blog que terminó sus días en el Arsenal de Cartagena, donde se dedicó a labrar los mascarones de proa y otras decoraciones de los buques que allí eran construidos.

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