Ayer, en un furgón de considerable tamaño, llegó el Dr. D. Isidro Aguilera Aragón trayendo un gran lote de libros de su biblioteca particular, cuya catalogación vamos a iniciar inmediatamente.
Ya de entrada, sobre la mesa colocamos
los que, en un principio nos pareció que no figuraban en nuestra biblioteca.
Pero, aparte, dejamos otro significativo número de obras que ya teníamos.
Las constantes donaciones de libros
agudizan el problema de espacio disponible que tenemos para su conservación.
Comoquiera que no vamos a poder solucionarlo en la triste etapa que estamos
atravesando, tenemos que arbitrar soluciones de urgencia hasta que superemos la
crisis, que la superaremos pues no “hay mal que cien años dure”…
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