domingo, 25 de diciembre de 2022

Libros recibidos 577

 

         Continuamos comentando otros de los volúmenes que nos han llegado de la serie correspondiente a las crónicas de Faustino Casamayor; en este caso el de los años 1826 y 1827, cuyo estudio introductorio lo firma Carlos Franco de Espés.

         Años difíciles en los que predominan los enfrentamientos entre las diferentes facciones y, al mismo tiempo, de una violencia desmedida que tiene su reflejo en crímenes y asaltos que culminan, en muchos casos, con la ejecución de los autores. La horca y el garrote son los protagonistas de las mismas, seguidas del descuartizamiento de los reos, cuyas partes son exhibidas en lugares públicos, o del simbólico acto de arrojar sus restos al Ebro, dentro de un tonel, donde son recogidos por los hermanos de la Sangre de Cristo.

         Impone el relato de algunas de esas ejecuciones, con los esfuerzos realizados para que los condenados mueran tras recibir el Sacramento de la Confesión. Los problemas del viejo verdugo para matar a algunos y la “bondad” del que le sustituyó quien, para acortar el sufrimiento del reo al que iba a ahorcar, se agarró a sus piernas, tirando con fuerza de ellas con tan mala fortuna que se rompió la soga y ambos cayeron rodando por el tablado.

         Es una lástima que no haya índices onomásticos y toponímicos en estos volúmenes, lo que dificulta considerablemente la búsqueda de las referencias que nos interesan.

         Respecto a las noticias relacionadas con nuestra ciudad y comarca, en enero de 1826 falleció en Zaragoza el canónigo D. Francisco Amar y Borbón, uno de los hijos del ilustre médico borjano D. José Amar y Arguedas. A este eclesiástico no lo incluimos en nuestro Diccionario, pero sí a su hermano el virrey D. Antonio de Amar y Borbón, que falleció en abril de ese mismo año en Sádaba, villa de la que era natural su esposa.

         En las páginas de este volumen se incluyen también notas biográficas de destacados personajes como D. Ignacio Martínez de Vilella y Giraldós, natural de Calcena e ilustre jurista y catedrático; de D. Blas Matías Sanjuán y Cuartero, nacido en Tabuenca; D. Manuel Latorre Ibáñez, natural de Gallur, maestro en Artes y Doctor en Teología. También se reseña la obtención del grado de Doctor en Derecho Civil, el 12 de agosto de 1827, por D. José Vicente Marco y Sarriá, natural de Borja. A todos ellos los incluimos en nuestro Diccionario Biográfico.


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