Continuamos comentando otros de los volúmenes que nos han llegado de la serie correspondiente a las crónicas de Faustino Casamayor; en este caso el de los años 1826 y 1827, cuyo estudio introductorio lo firma Carlos Franco de Espés.
Años difíciles en los que predominan
los enfrentamientos entre las diferentes facciones y, al mismo tiempo, de una
violencia desmedida que tiene su reflejo en crímenes y asaltos que culminan, en
muchos casos, con la ejecución de los autores. La horca y el garrote son los
protagonistas de las mismas, seguidas del descuartizamiento de los reos, cuyas partes
son exhibidas en lugares públicos, o del simbólico acto de arrojar sus restos
al Ebro, dentro de un tonel, donde son recogidos por los hermanos de la Sangre
de Cristo.
Impone el relato de algunas de esas
ejecuciones, con los esfuerzos realizados para que los condenados mueran tras recibir
el Sacramento de la Confesión. Los problemas del viejo verdugo para matar a
algunos y la “bondad” del que le sustituyó quien, para acortar el sufrimiento
del reo al que iba a ahorcar, se agarró a sus piernas, tirando con fuerza de
ellas con tan mala fortuna que se rompió la soga y ambos cayeron rodando por el
tablado.
Es una lástima que no haya índices onomásticos
y toponímicos en estos volúmenes, lo que dificulta considerablemente la búsqueda
de las referencias que nos interesan.
Respecto a las noticias relacionadas
con nuestra ciudad y comarca, en enero de 1826 falleció en Zaragoza el canónigo
D. Francisco Amar y Borbón, uno de los hijos del ilustre médico borjano D. José
Amar y Arguedas. A este eclesiástico no lo incluimos en nuestro Diccionario,
pero sí a su hermano el virrey D. Antonio de Amar y Borbón, que falleció en
abril de ese mismo año en Sádaba, villa de la que era natural su esposa.
En las páginas de este volumen se
incluyen también notas biográficas de destacados personajes como D. Ignacio
Martínez de Vilella y Giraldós, natural de Calcena e ilustre jurista y
catedrático; de D. Blas Matías Sanjuán y Cuartero, nacido en Tabuenca; D. Manuel
Latorre Ibáñez, natural de Gallur, maestro en Artes y Doctor en Teología.
También se reseña la obtención del grado de Doctor en Derecho Civil, el 12 de
agosto de 1827, por D. José Vicente Marco y Sarriá, natural de Borja. A todos ellos
los incluimos en nuestro Diccionario Biográfico.
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