miércoles, 23 de marzo de 2022

Paco Ugalde y Eduardo Marquina

 

         Continuando con la serie “teatral” que nos hemos propuesto llevar a cabo, de las manos del dibujante Paco Ugalde, hoy mostramos la caricatura de Eduardo Marquina que apareció en el nº 63 de la “Biblioteca Teatral” que, sin embargo, no estaba dedicado a una obra suya, sino a Martingalas, un “juguete cómico” del que eran autores Pedro Muñoz Seca y Pedro Pérez Fernández, estrenado en el Teatro Cervantes de Madrid, el 3 de abril de 1920.


         Eduardo Marquina Angulo (1879-1946) había nacido en Barcelona, localidad en la que residía su familia, de origen leonés. Intentó cursar las carreras de Derecho y Filosofía y Letras, pero tuvo que abandonarlas, entrando a trabajar como simple oficinista en empresa en la que también estaba empleado su padre.

         Pero lo suyo era la Literatura y muy pronto comenzó a publicar y gozando de un gran prestigio, especialmente a partir de 1906 cuando se trasladó a Madrid, entrando en contacto con los grandes escritores de la época.

         Marquina llegó a ser considerado el mayor representante del drama histórico que cultivó con notable éxito. Obras como En Flandes se ha puesto el sol (1910) ocupan un lugar destacado en la historia literaria de España.

         La guerra civil le sorprendió en la Argentina, decantándose inmediatamente por el nuevo régimen. En 1939, ingresó en la Real Academia Española y, posteriormente, desempeñó misiones diplomáticas. Se suele afirmar que, en el transcurso de una de ellas, falleció en Nueva York el 21 de noviembre de 1946. Que falleció allí es indudable pero no conocemos la misión que desempeñaba en unos momentos especialmente delicados para España ya que, en diciembre de ese año, se produjo el aislamiento decretado por las Naciones Unidas.


         Menos conocido es el hecho de que el rey Alfonso XIII le encargó que escribiera una letra para la “Marcha Real”, el himno nacional español. En el vídeo, que puede verse en este enlace, aparece sobreimpresa esa letra que fue el primer intento realizado, al que siguieron otros, como el de José María Pemán que, en contra de lo que se suele afirmar, no lo escribió tras la guerra civil, sino en 1928 por encargo del general Primo de Rivera. Ha habido más y hasta se atrevieron a ello Marta Sánchez y Joaquín Sabina, pero por el momento, España es uno de los tres países que no tienen letra para su himno, a pesar de ser el más antiguo del mundo. Los otros dos son San Marino y Bosnia Herzegovina.


         Y ya que hemos hecho alusión al Teatro Cervantes de Madrid, queremos recordar que fue inaugurado en 1910, con el nombre de “Salón Nacional”. Estaba situado en la corredera baja de San Pablo y, como “Teatro Cervantes” llegó hasta la Guerra Civil.



         Tras resultar destruido, como consecuencia de un bombardeo, en su solar se levantó un edificio de viviendas en cuya planta baja existió un cine, especializado en películas X, que terminó cerrando y el espacio fue ocupado por un supermercado.





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