jueves, 31 de marzo de 2022

Novedades importantes en torno a un escultor borjano

 

         Una de las piezas de mayor interés que se conservan en el Museo de la Colegiata de Borja es la imagen de San Miguel, que fue la titular de la antigua parroquia dedicada a ese arcángel. Acerca de su autoría dio noticia D. Rafael García, al afirmar que había sido realizada por Simón Lacasa, un escultor natural de Borja que residía en Huesca.

         Cuando publicamos el primer tomo de nuestro Diccionario Biográfico, incluimos a este escultor, del que habíamos podido saber que era hijo de Diego Lacasa y de Rosa Castro, habiendo sido bautizado el 28 de octubre de 1708 en la parroquia de San Miguel. Junto con algunos otros datos de la familia, poco más pudimos aportar, haciendo notar nuestra sorpresa ante el hecho que apenas se conocieran más detalles de un escultor capaz de realizar una obra de esta categoría, a edad muy temprana.


         Inesperadamente, desde Cartagena, se ha puesto en contacto con nosotros el arqueólogo e historiador D. Diego Ortiz Martínez, que conocía lo que hemos publicado sobre Simón Lacasa, para ofrecernos una amplia información sobre este escultor borjano que ha estudiado minuciosamente.


         Porque, nuestro escultor se desplazó desde Huesca a Cartagena para trabajar en su Arsenal. Tras la creación del Departamento Marítimo de Cartagena, en 1726, seis años después se iniciaron las obras de su arsenal que, en buena medida, ha llegado hasta nuestros días.


         Muy pronto de iniciaron en él la construcción de nuevos buques de guerra, lo que hizo preciso dotarle de la infraestructura precisa y de una maestranza que reunía a los profesionales de las actividades artesanales y artísticas necesarias para esa labor.

         Entre los talles que la componían, fue creado en 1746 uno de Escultura que, inicialmente, estuvo bajo la dirección de Joaquín Laguna, sustituido más tarde por José Ganga Santacruz. A ese taller se incorporó nuestro paisano en fecha no precisada, aunque anterior a 1753.


         Había llegado de Huesca, acompañado por otro escultor. No cabe duda de que había nacido en Borja y estaba casado con María Villamón, natural de Daroca. La primera noticia que se tiene de él, tras su llegada a Cartagena es la del bautizo, en marzo de 1753, de su hija Antonia Javiera, en la iglesia parroquial de Santa María de Gracia. Fue la primera de varios hijos, entre los que han podido ser documentados: Domingo Simón Tadeo (1755); Simón Tadeo (1757); María Florentina (1761) y José Antonio Tadeo (1763). Como era habitual en la época, la mayor parte de ellos murieron muy pronto: Domingo Simón Tadeo, antes del nacimiento de Simón Tadeo; Rosa Florentina en 1761, con poco más de un año de edad; y la primogénita Antonia Javiera cuando estaba a punto de cumplir nueve años.


         En el arsenal, Simón Lacasa se encargaba de tallar los mascarones de proa para los nuevos buques. Lamentablemente, no se ha conservado ninguno. Alguno de los que se muestran en el Museo Naval de Madrid son réplicas. Pero, como ha destacado D. Diego Ortiz Martínez, su labor debió ser muy apreciada, dado que en 1761 pasó de la clase que percibía 8 reales diarios por su labor, a la superior, la de los que cobraban 10 y que era la máxima, estando sólo por encima de ellos el maestro mayor. En ella permaneció hasta su fallecimiento, ocurrido el 11 de septiembre de 1764.


         Su entierro, con un coste de 399 reales, fue costeado por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús en el Doloroso Paso del Prendimiento -popularmente conocida en Cartagena como Cofradía California- que había sido creada en 1748 y que en sus estatutos recogía, como era habitual en la época, la obligación de la hermandad a realizar tal labor, por lo que los restos de Simón Lacasa reposan desde entonces en la cripta existente bajo la capilla de la cofradía en la citada iglesia de Santa María de Gracia, donde también habían sido sepultadas sus hijas.




         Como hemos podido ver, Simón Lacasa estuvo vinculado desde su llegada a Cartagena con la iglesia de Santa María de Gracia y con la cofradía california. No en vano es ella la que se encarga de sacar del Arsenal la imagen de San Pedro, tras obtener el correspondiente permiso del Ayudante Mayor del mismo pues, al fin y al cabo, San Pedro figura registrado como encargado de la 3ª Sección de la Maestranza de la Armada.

Nos gustaría dedicar un artículo a la Semana Santa cartagenera que es impresionante y merece ser conocida. Por el momento, quedamos a la espera del artículo en el que D. Diego Ortiz Martínez completará la información que hoy nos adelanta y que para nosotros ha supuesto una auténtica revelación, a través de la cual hemos podido completar la biografía de un escultor borjano e, incluso, conocer el lugar en el que reposan sus restos.

 





 



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