jueves, 24 de marzo de 2022

Una curiosa publicación borjana

         Hacíamos referencia recientemente a una publicación editada por Francisco Domínguez Pablo (1928-1975), de la que hoy ofrecer su contenido. Fue a finales de 1971 cuando tuvo la idea de preparar un folleto que reflejara los aspectos más destacados de Borja, tal como él los veía, y como portada eligió un bonito cuadro de D. Baltasar González, un autor por el que sentía especial devoción y ya lo había dado a conocer en una de las exposiciones organizadas por el naciente Centro de Estudios Borjanos.


         En la contraportada aparecía una obra de Jacinto del Caso, hacia el que también mostraba gran predilección. Como puede verse la reproducción de las imágenes era de buena calidad, así como el papel utilizado. Las fotografías corrieron a cargo de Studio Tempo, ya que tanto Alberto Sánchez Millán como su hermano Julio, tenían una especial relación con Borja y con nuestro Centro. De la maquetación se encargó Manuel Giménez Aperte, incluyendo también fotografías de Luis Rueda y Antonio Sánchez. Como colaborador especial aparecía el bar “Buen Humor” que, junto con la Biblioteca Municipal, era el “centro de operaciones” de Francisco Domínguez.



         El folleto fue concebido para que pudiera servir como felicitación navideña aquel año y, comoquiera que creían que tendría una extraordinaria acogida, editaron 1.000 ejemplares. Algo similar nos había ocurrido a nosotros con la primera publicación del Centro, dedicada a la I Semana de Borja en Zaragoza. Comoquiera que no teníamos la menor idea sobre los niveles de demanda para este tipo de “consumibles”, estuvimos a punto de provocar la quiebra del Centro nada mas iniciar su andadura. Algo parecido le ocurrió a Paco que, para hacer frente al quebranto económico sufrido, tuvo que reciclar el folleto, ocultando su carácter de felicitación con una hoja pegada en la que figuraban los supuestos escudos de la ciudad, de Atarés y de los Borgia.

         Pero este recurso tampoco funcionó y aún conservamos una serie de esos folletos en los que Domínguez escribió de su puño y letra unos jocosos comentarios, muy propios de él, sobre su fiasco empresarial.



         Pero veamos, cuáles eran sus contenidos, dado que son sumamente representativos de la visión de un hombre que conocía y amaba profundamente a Borja, ciudad que por entonces era muy diferente a la actual, como reflejan las imágenes que seleccionó.

         En primer lugar, se hacía alusión al Santuario de Misericordia, definiéndolo como “Primera Colonia veraniega de la Provincia”. La plaza con la fuente; un paseo arbolado que no identificamos y el pilar de San Miguel (restaurado ahora tras muchos años de abandono) eran las fotografías elegidas para mostrar los “atractivos” de esa “primera colonia”.


         Las fotografías de nuestra ciudad se mostraban divididas en apartados. Como representación del pasado histórico eligió una imagen de la fachada arruinada de la Casa de Aguilar y otra del interior del antiguo Hospital que ya no existía, dado que en 1971 lo que allí había era un taller de muebles. Tanto la Casa de Aguilar como el Hospital (hoy Museo de la Colegiata) fueron restaurados años después. ¡Cuánto hubiera disfrutado de llegar a verlos en su estado actual!


         Éste eran en su opinión las muestras más representativas de la “Borja monumental”: La calle de San Francisco, a través de una foto antigua, dado que en ella puede verse tanto el arco, parte del cual había sido derribado, como el antiguo palacio de los Mañas, a la izquierda del mismo que, en aquellos momentos, tampoco existía. La otra foto corresponde a la calle Mezquita, con el castillo al fondo. En este caso, debemos admitir que el empedrado que tenía le dotaba de cierto encanto del que carece ahora.


         De nuevo utilizó antiguas fotos para reflejar lo que denominó “Borja típico” En concreto una imagen de la plaza de Ntra. Sra. de la Peana, de fecha muy anterior a 1971. En ella se ve la “fuente del Hospital”, una parte de la Casa de las Conchas, ya derribada, y esa bonita casa situada entre la plaza y la calle de San Juan que fue demolida por entonces para levantar un edificio de viviendas. La foto del agricultor con su gorra (de Lieja nos dicen algunos lectores) ya la conocen.


         Más complicado lo tuvo a la hora de elegir encuadres que ofrecieran una visión de Borja, como ciudad moderna. La elección del paseo era lógica (por cierto, qué diferencia de porte tienen los árboles con su aspecto actual) y como complemento añadió esta vista de la fachada del hospital Sancti Spiritus a través de uno de los pórticos del parque de San Francisco, ahora dotado de un tejadillo. La fuente en forma de cesta se mantiene, pero la Cruz de los Caídos fue retirada hace tiempo.



         En el imaginario popular permanecía vivo el recuerdo de las parras existentes en el “Barrio Verde” y en otros lugares del casco urbano, las cuales fueron cortadas tras grabar el Ayuntamiento con un arbitrio (no muy elevado) a sus propietarios. Hasta se animó a dedicarles un poema que firmó con el seudónimo de “Francisco de Borja”.



         El folleto incluía también las fotografías de personajes, nacidos en nuestra ciudad, que consideraba relevantes; una selección que no estuvo exenta de polémica. Entre los de primer nivel figuraban D. Carlos Sánchez del Río Sierra y los hermanos D. Alfredo y D. Rafael de Ojeda y Nogués. Las fotografías que consiguió no eran actuales y, aunque en la de D. Alfredo se indicaba que era de su época de Jefe de la Oficina de Turismo de la Embajada de España en Roma, la de D. Rafael, al que presentaba como “Agregado Naval” en Washington (no lo fue) había sido realizada cuando ingresó en la Escuela Naval Militar.

         En cuanto a los músicos los elegidos fueron D. Valentín Ruiz, maestro de capilla de la catedral de Granada: D. Ramón Borobia Paños y el joven D. Francisco Peña Sanmartín que destacaba como organista.



         Entre los artistas, dedicó una página completa al escultor José Sanmartín, mientras en otra figuraban los restantes seleccionados: los pintores Jacinto del Caso, José Pasamar, Santiago Sebastián, Maribel Ximénez y María Urchaga (como recuerdo de una época anterior). Entre los escultores, el joven Antonio Gómez y el veterano Joaquín Irache Macaya.


         Finalmente, como deportistas destacados incluyó a Ignacio Almau (Halteforilia), los hermanos Pedro y José Antonio Catarecha (Lucha libre) y los atletas María José Gago y Luis María Garriga

         De todos los retratados entonces, sólo viven Francisco Peña, Antonio Gómez, Maribel Ximénez, Ignacio Almau y Luis María Garriga. Un recuerdo cariños para todos los que nos dejaron y nuestros mejores deseos para los supervivientes.












 

No hay comentarios:

Publicar un comentario