No es frecuente ver pasear por las calles de la ciudad a dos amazonas sobre briosos corceles alazanes, camino del ferial donde se iba a celebrar la XVIII concentración que recordaba las antiguas ferias de ganado a las que queremos dedicar un próximo artículo.
Por la calle de San Francisco, los
niños pudieron disfrutar de unos recorridos que creíamos desaparecidos pero
que, sin embargo, han vuelto y no con ponis, sino con monturas de mayor alzada.
Ya, en la plaza, otra joven
amazona, en este caso sobre un bonito caballo de capa negra nos arrolló
mientras la fotografiamos. La cosa no tuvo consecuencias, dada la bondad del
caballo, situado detrás de nosotros, entre cuyas patas fuimos a parar.
Alrededor de la una de la tarde, eran muchas las personas que
recorrían la plaza, contemplando los ejemplares expuestos de diferentes razas y
tipos, con la habitual presencia del “Carrito de los helados” que no suele
faltar en este tipo de eventos.
Estos son algunas muestras de los
ejemplares que podían verse, desde caballos a burros, pasando por algún poni no
demasiado agraciado.
Y lo que despertó mucho interés fue la labor
de herrado que llevaban a cabo dos herradores o menescales, como se les llamaba
antiguamente en Aragón. Trabajo especializado que fotografiamos en detalle,
para dejar documentado este oficio que, para los más jóvenes, constituía una
novedad. Lo único que sentimos es no conocer la procedencia de estos hábiles
maestros que, según creemos, no es la primera vez que participan en esta feria. Afortunadamente, después de aparecer este articulo, un familiar de ellos nos ha facilitado su identidad. Se trata de Neftalí y Víctor Duarte Navarro y son de Mallén. Muchas gracias Marisa.
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