Muchos de nosotros, cuando hemos visitado la Estanca de Borja, hemos intentado captar imágenes de las aves que allí se pueden avistar. Sin embargo, bien por carecer de las máquinas adecuadas o de la paciencia precisa, nunca lo hemos conseguido. Por otra parte, siempre nos pareció que todo ser viviente corría a esconder tan pronto como nos acercábamos a tan hermoso paisaje.
Por eso, admiramos el trabajo de Enrique Lacleta que tiene
especial habilidad para conseguir imágenes interesantes. Nos ha traído varias
de los muchos ejemplares que hay allí de lo que creemos, salvo mejor opinión,
que son garzas reales (Ardea cinérea) que, como veíamos ayer se
alimentan de crustáceos y pequeños pececillos.
Las ha captado planeando para ir a posarse sobre las zonas que han dejado en seco las aguas al bajar, o volando entre los carrizales.
Comoquiera que nuestros conocimientos
en esta materia son muy escasos, dejamos la imagen de esta huella, por si algún
lector puede identificarla, pues no estamos seguros de que sea de una garza,
pues parece, en principio, que hay más de tres dedos.
Ya mostrábamos ayer algunas imágenes de
los restos que regurgitan las garzas, conocidos con el nombre de egagrópilas, y
hoy mostramos esta otra foto.
También nos ha traído imágenes de otras
aves en vuelo y planeando sobre el agua, cuya identificación dejamos a los
mejores conocimientos de quienes nos leen.
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