Fue el pasado 5 de septiembre cuando dimos a conocer en este blog la solicitud presentada por D. Francisco Almao, ante el M. I. Ayuntamiento, para construir un abejar en el término de Valdetalón, que pretendía ubicar en el monte, junto a su propiedad para que, al mismo tiempo, le sirviera de “albergue para personas ni caballerías”.
El artículo despertó el interés de
nuestro especialista en abejares Pedro Domínguez Barrios quien se propuso intentar
identificar el que había sido objeto de la licencia de construcción publicada.
Tras una búsqueda con la ayuda de “Google Earth”, se desplazó hasta ese término
para comprobar la existencia de abejares.
Aproximadamente, en el centro del
término encontró uno en ruinas que podría ser el aludido, aunque no exista
certeza de ellos. Es un abejar de 24 colonias, de las que al exterior sólo se
ven ocho, en lo que parece ser una ampliación del abejar.
Las restantes sólo se ven desde el
interior, dado que el derrumbe de la cubierta las oculta parcialmente. El tipo
de abejar es el más frecuente, con la puerta de acceso en la fachada principal,
y su estado de conservación es pésimo, como puede constatarse a través de estas
fotografías.
En el mismo término encontró otro abejar
en ruinas, del que nos comenta que no responde a ninguno de los tipos
habituales. En este caso era un abejar situado en uno de los muros testeros de
una cabaña de planta acusadamente rectangular, con su acceso en uno de sus
lados largos.
A la vista de las imágenes nos atrevemos
a plantear la posibilidad de que fuera este el construido por Francisco Almao,
dado que en la licencia se hacía mención a la necesidad de una caseta para albergar
personas y caballerías, como hemos señalado anteriormente, y el abejar parecía
ser algo accesorio, aunque se mencionaba expresamente en la solicitud de
autorización, ya que la construcción de abejares estaba permitida en el monte
público, pero no la de casetas de labor que tenían que edificarse en el
interior de cada propiedad.
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