Ayer, poco después de nueve y cuarto de la mañana, desde las ventanas de la Casa de Aguilar, vimos una columna de humo que salía de un edificio no muy alejado y, al mismo tiempo, escuchamos unas sirenas por lo que, inmediatamente, nos desplazamos hasta allí, para tomas imágenes de lo que estaba ocurriendo.
El incendio se había iniciado en un
edificio de la citada calle y, en el momento en que llegamos, estaba ardiendo su
tejado, donde actuaban ya los bomberos.
Se trata de una casa que, en su día,
fue embargada por una entidad bancaria y, comoquiera que no se adoptaron las
medidas necesarias, sus puertas fueron forzadas y, como comentaron algunos
vecinos, allí se suelen reunir por las mañanas personas de corta edad.
Es preciso señalar que el edificio
llegó a ser habitado por quienes lo construyeron, hasta su embargo. Lo que
llama la atención que la obra no se ajusta, ni en cuanto altura ni en las características
de su fachada, a la normativa propia del casco antiguo de Borja, como ocurre
con otros edificios de la zona.
Con la ayuda de un amable vecino,
pudimos tomar imágenes de la actuación de los bomberos en el tejado de la casa,
provistos de equipos de respiración autónomos (ERA) y, cuando nos retiramos,
aún no habían sofocado completamente las llamas.
Los bomberos que actuaron procedían del
parque que la Diputación Provincial tiene en Tarazona, que contaron con la
ayuda de un voluntario de Borja para el tendido de mangueras. Hasta el lugar del
siniestro se desplazó también un coche patrulla de la Guardia Civil y la
Policía Local, así como el Alcalde de Borja que siguió el desarrollo de los
trabajos, junto con algún empleado municipal.
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