miércoles, 28 de septiembre de 2022

Noticia de un ilustre militar y pintor relacionado con Borja

 

         Ha sido D. Juan María de Ojeda Castellot quien, a través de este grabado, publicado en La Ilustración Española y Americana, nos ha permitido acercarnos a la biografía de D. Ricardo de Ojeda y Perpiñán, destacado militar y notable dibujante, a la que no habíamos prestado atención hasta este momento.

         Era hijo de D. Manuel de Ojeda y Palomo que inició su trayectoria como tenor y llegó a ser Gentilhombre de Cámara de Isabel II. Contrajo matrimonio con Dª. Agustina Perpiñán y Sarabia, hija de los barones de la Torre, con la que tuvo seis hijos.

         Residían en Zaragoza, en el Palacio de Sástago, donde falleció la esposa (con 32 años) a consecuencia de un trágico incendio acaecido en la vivienda. Los niños quedaron al cuidado de los abuelos maternos y, curiosamente, de cinco de ellos publicamos una reseña en nuestro Diccionario Biográfico: Alfredo (que fue Alcalde de Zaragoza); Emilio (destacado diplomático de carrera); Ismael (Gobernador Civil de Santander); Luis (que emigró a El Salvador) y Manuel (Coronel de Caballería). Lo extraño es que nos olvidásemos de Ricardo, pero vamos a intentar subsanar ese fallo.


         Había nacido en Zaragoza el 15 de agosto de 1840. Posiblemente fue el segundo o el tercer hijo del matrimonio; el mayor era Alfredo. Con 17 años ingresó en la Academia de Caballería de Valladolid que se había creado poco antes.  La vinculación familiar con ese Arma era evidente. También perteneció a ella su hermano Manuel y como precedente podemos citar el caso de su tía abuela Teresa de Jesús que había contraído matrimonio

con D. Antonio Manuel Lutrgardo de Tassara y Wilson, del que entre otros personajes descendía el Inspector General del Arma de Caballería D. Carlos García Tassara.

         D. Ricardo de Ojeda Perpiñán llegó a mandar, como Coronel, el regimiento de Cazadores de Albuera nº 16 y, posteriormente, fue Director del Colegio de Huérfanos de Santiago, en Valladolid, donde pasó a la situación de retiro, siendo ascendido al empleo de General de Brigada. Falleció el 11 de agosto de 1906 en Torres (Navarra) donde había pasado a residir en 1902, localidad posiblemente relacionada con su esposa Dª. María del Carmen Azcona Mencos, que era navarra.  

         A la vista de todo ello, algún lector podrá preguntarse cuál era su relación con Borja. Como toda la familia siempre estuvieron muy vinculados a nuestra ciudad y aquí residió entre 1867 y 1869 cuando se encontraba en situación de reemplazo a la espera de obtener destino en el ejército de ultramar, aunque finalmente pasó al citado regimiento de Húsares de Pavía.


         Pero, además, Ricardo de Ojeda fue dibujante y de su labor hemos encontrado varios testimonios, aunque es difícil precisar que parte de ellos corresponde al trabajo del propio Ojeda. Concretamente, en el que abría este artículo se dice expresamente: “Acción de Mañaria: croquis de don Ricardo de Ojeda, testigo presencial”. Sin embargo, en el ángulo inferior izquierdo, aparecen las iniciales “RB” que corresponden a Ricardo Balaca (1844-1880), otro dibujante cuya participación en el resultado final ignoramos. En el ángulo derecho se puede leer “Capuz”, firma de Tomás Carlos Capuz (1834-1899), que fue el grabador.

Lo que refleja el grabado es lo acaecido en Mañaria, el 14 de mayo de 1872, en el transcurso de la II Guerra Carlista, cuando las tropas carlistas, emboscadas en ese desfiladero, sorprendieron a una columna de tropas gubernamentales que había salido de Durango en dirección a Vitoria. En el enfrentamiento, con nutrido intercambio de disparos y hasta fuego de artillería, se llegó al cuerpo a cuerpo, aunque al final los carlistas se replegaron. D. Ricardo de Ojeda que estaba destinado en el regimiento de Húsares de Pavía nº 1, de guarnición en Pamplona, participó en el enfrentamiento como Teniente y el hecho de que el ascenso a Capitán lleve fecha de 14 de mayo de 1872, puede indicarnos que tuvo relación con ese combate.


         No es el único dibujo que le publicó La Ilustración Española y Americana. Hemos encontrado este otro, aunque en este caso se especifica que la composición y dibujo eran de Ferrant, un destacado artista de la época, mientras que la xilografía también la realizó Tomás Carlos Capuz.

         Ricardo de Ojeda era, en el momento de la catástrofe que refleja el grabado, Comandante destinado en la Comisión de Reserva nº 20 de Logroño, ciudad en la que tuvo lugar la tragedia. Fue el día 1 de septiembre de 1880 cuando fuerzas del regimiento de Infantería de Valencia, de guarnición en la ciudad, marcharon a efectuar maniobras al otro lado del Ebro.

         Al estar cortado el puente, como consecuencia de una riada, se había instalado una doble barca con sirga en la que embarcaron 26 jefes y oficiales, 30 cabos y sargentos y 148 soldados. Antes de iniciar la travesía embarcaron también los miembros de la Banda de Música del regimiento que comenzaron a tocar pero, cuando se encontraban en el centro del río, la embarcación comenzó a zozobrar, arrojando a las aguas a sus ocupantes, muchos de los cuales no sabían nadar y 89 de ellos murieron, provocando una gran conmoción nacional, de la que se hicieron eco todos los medios de comunicación.


         Pudiera parecer, en los casos anteriores, que la intervención de Rafael de Ojeda se limitó a enviar unos croquis. Pensamos que, si así fue, eran mucho más detallados de lo que pudiera parecer y, en este otro ejemplo, también muy bonito, se especifica que es un “Dibujo al natural, por D. Ricardo de Ojeda”.

         Debió realizarlo durante su destino en la capital navarra y, en él, se alude al gran tenor Julián Gayarre y a otro personaje que dio nombre a la fundición: Salvador Pinaqui.


         Julián Gayarre Garjón (1844-1890) había nacido en Roncal, en una familia muy humilde por lo que tuvo que comenzar a trabajar como pastor a una edad muy temprana. Pero, cuando tenía 15 años, su padre lo mandó a Pamplona para mejorar su situación y, tras colocarse como dependiente en una pequeña tienda, de la que fue despedido, entró a trabajar en la fundición reflejada en le dibujo, donde solía cantar admirando a sus compañeros por la calidad de su voz. Uno de ellos lo llevó a visitar al Director del Orfeón Pamplonés D. Joaquín Maya, que acababa de fundarse y, tras efectuarle una prueba lo “fichó” como primer tenor. Fue el comienzo de su brillante carrera.

 

Esta es una fotografía, realizada a finales del siglo XIX, de esa fundición a la que en el grabado de Ojeda se asocia al nombre de Pinaqui, el primer apellido de Salvador Pinaqui Ducasse que había nacido en Bayona en 1817 y que, en 1848, llegó a Pamplona donde, junto a su paisano José Sarvy, fundó el 11 de marzo de 1850 la sociedad “Salvador Pinaquy y Compañía”, dedicada a la fundición.

Para ubicar la empresa alquilaron el molino de Caparroso, propiedad del conde de la Rosa, situado a orillas del río Arga, donde Salvador estableció también su residencia. Allí produjeron maquinaria de diversos tipos y materiales que lograron premios en diferentes exposiciones. Destacó sobre todo un arado de vertedera giratoria, toda una novedad en la época, del que distribuyeron un buen número de unidades, junto con otras máquinas agrícolas.


         Falleció en Pamplona el 17 de diciembre de 1890 a los 73 años de edad. Dejó un hijo de débil salud que murió muy pronto, por lo que se hizo cargo de la empresa su cuñado, aunque para entonces estaba ubicada en el interior de la ciudad. Se conserva restaurado el molino original, como muestra esta foto.



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