Nuestra colección de obras relacionadas con el ilustre filósofo Juan David García Bacca se ha visto incrementada últimamente con nuevos títulos. Entre ellos destacan tres ejemplares de la revista El Hijo Pródigo, en los que aparecen colaboraciones suyas.
El Hijo Pródigo fue una revista
publicada en México, a partir de 1943, bajo el impulso de Octavio Paz y Octavio
Barrera, con el propósito de ofrecer una tribuna de alta calidad, dedicada al
Arte y la Literatura, aunque su vida fue efímera, dado que sus últimos números
aparecieron en 1946.
Hemos conseguido el número 3 en el que
se inserta un debate en torno a la figura de San Juan de la Cruz. Como se explica
en la introducción, fue en la Editorial Séneca cuando, al finalizar un ciclo de
conferencias conmemorativas del centenario de San Juan de la Cruz, se reunieron
un grupo de escritores mexicanos y españoles para dialogar sobre los temas
expuestos en las charlas. Entre ellos se encontraba Juan David García Bacca,
junto con José Vasconcelos, José Bergamín, Enrique González Martínez, José
Gaos, José M. Gallegos, Octavio Paz, José Luis Martínez, Julio Jiménez Rueda y
Eduardo Nicol. De aquel debate efectuó una síntesis José Gaos que es la que
ofrecía la revista, con las reflexiones de García Bacca sobre el problema de la
Fe y la contraposición entre Mística y Filosofía.
Uno de los aspectos
destacados de esta revista fueron las reseñas bibliográficas que insertaba, firmadas
por destacados intelectuales. En el número 20 apareció un extenso comentario de
García Bacca sobre la obra La esencia de la Filosofía, del filósofo
alemán Wilhelm Dilthey (1833-1911), cuya traducción al castellano fue publicada
en Buenos Aires, en 1944, por Editorial Losada (tradujo hasta el nombre del
autor “Guillermo Dilthey). García Bacca elogia cumplidamente esta edición,
destacando la “larga, concienzuda y límpida introduccion de Puciarelli”. Se
refiere al prólogo que, para la obra, había escrito el destacado filósofo argentino
Eugenio Puciarelli (1907-1995), profesor en varias universidades de aquel país,
donde llegó a presidir la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires.
También hemos conseguido el número 34,
en el que aparece una nueva reseña de García Bacca. En este caso de la obra Los
escépticos griegos, de Víctor Brochard (1848-1907), también publicada por
Editorial Losada en 1943.
Los comentarios de García Bacca a esta
obra considerada “clásica” del filósofo francés o, más bien, historiador de la
Filosofía, están escritos con su peculiar estilo un tanto irónico, usando en
ocasiones términos del lenguaje de la calle: “Pero, guay, del que se desencante
y lo diga”, o con símiles acertados como en el párrafo final cuando afirma “Toda
esta obra rezuma y trasciende a un perfume que hace siglos se perdió y que
ninguna casa francesa de perfumes ha inventado todavía para uso de los
filósofos y pensadores”. Se refiere al “perfume de la humildad intelectual”,
tan necesario en un mundo en el que abunda “aquel olor a cebollas y ajos de que
hablaba Don Quijote a Sancho”.
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