Concierto en Pinseque

 

         Tres nuevos conciertos está programados este fin de semana en el marco del II Festival de Música, Patrimonio y Gastronomía de la Ribera Alta del Ebro. El primero de ellos tendrá lugar mañana, a partir de las siete de la tarde, en la iglesia parroquial de Pinseque, protagonizado por la Camerata Patrimonio Sonoro.

         La Camerata Patrimonio Sonoro fue creada por hermanos Carlos y Miguel Bonal Asensio, a los que ya conocen nuestros lectores. Carlos es el Director del Festival y brillante instrumentista de flautas de pico, mientras que su hermano Miguel lo es de viola da gamba y a él nos referimos recientemente con ocasión del concierto que tuvo lugar en Pleitas. Con ellos, colaboran en función del programa elegido otros instrumentistas relevantes y, en este caso, estará presente en Pinseque Darío Tamayo.

         Nacido en Granada en 1993, Dario cursó estudios superiores de piano en el Real Conservatorio Superior de Música de Granada, perfeccionándose en el Musikeon-Centro de Especialización Pianística de Valencia. Los estudios de clave los realizó en la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC.

         Ha colaborado con diversas formaciones musicales y también ha dirigido a otras, algunas de ellas especializadas en música antigua. En 2013, funda el conjunto de música antigua Íliber Ensemble, dedicado a la interpretación de música barroca, que dirige desde entonces. Además, ha publicado diversas obras, fruto de su labor como investigador.

         Pinseque es una localidad que ha experimentado un importante crecimiento demográfico ya que, desde los 750 habitantes que tenía en 1900, ha llegado a los cerca de 4.200 que tiene en la actualidad.

         El lugar donde se celebrará el concierto es la iglesia parroquial de San Pedro Mártir, como se denomina en la actualidad al antiguo templo dedicado a la Virgen de los Ángeles, algo llamativo dado que, según el Código de Derecho Canónico no se puede alterar la titularidad de una iglesia desde el momento de su consagración y aquí se hizo en el siglo XIX.

         Es un templo mudéjar, cuya torre fue declarada Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés. Lamentablemente, en época no demasiado lejana todos los muros exteriores del edificio fueron enfoscados con un horrible tirado de cemento. Un reciente estudio de un equipo de arquitectos que hemos consultado, plantea la necesidad de retirarlo por los daños estructurales que está provocando.